Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I

Alfredo Matus Olivier y la Academia Chilena de la Lengua Adriana Valdés Budge Directora Academia Chilena de la Lengua A diferencia, probablemente, del resto de los escritos de este libro, este se refiere de manera más bien testimonial a un logro histórico de nuestro homenajeado, Alfredo Matus Olivier. La Academia Chilena de la Lengua, que ha presidido entre 1995 y 2018, y de la cual es ahora Director Honorario, debe su actual carácter y gravitación cultural en gran medida a él. El título de Director Honorario, conferido por el pleno de la Academia en agradecimiento por su incansable labor durante el mandato más prolongado de un Director en toda su historia, da testimonio de su excepcional mérito, reflejo de un espíritu “enamorado de la lengua”. Estas páginas, escritas por su sucesora en la dirección, intentarán un somero esbozo de una labor multifacética a la que es difícil hacer plena justicia. Comencemos con hechos, con fechas. Alfredo Matus Olivier se incorporó joven, en 1980, como miembro de número a laAcademia Chilena de la Lengua. Se integraba así a la más antigua de lasAcademias de nuestro país, creada en 1885 como “Academia Chilena”. El primer director de l aAcademia fue su fundador, José Victorino Lastarria. Los antecesores de Alfredo Matus en el cargo fueron ilustres: Crescente Errázuriz Valdivieso (1914-1931), Miguel Luis Amunátegui Reyes (1931-1949), Alejandro Silva De la Fuente (1949-1952), Ricardo Dávila Silva (1952-1959), Rodolfo Oroz Scheibe (1959-1980), Alejandro Garretón Silva (1980) y Roque Esteban Scarpa Straboni (1980-1995). LaAcademia Chilena pasó a denominarse “Academia Chilena de la Lengua” al establecerse por ley, en 1964, el Instituto de Chile. Bajo el alero del Instituto, laAcademia Chilena de la Lengua, la más antigua de todas, realiza hasta hoy sus labores, junto a las otras Academias Chilenas: la de la Historia, la de Ciencias,

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