¿Quién dijo que no se puede? Escuelas efectivas en sectores de pobreza

PRIMERA PARTE 37 D E S C R I P C I Ó N D E L E S T U D I O : D I S E Ñ O M E T O D O L Ó G I C O , C A R A C T E R Í S T I C A S D E L A M U E S T R A , I N S T R U M E N T O S Y A N Á L I S I S enseñanza y de gestión y, sobre todo, ciertos modos de desempeñarlas que, si no universalmente al menos generalizadamente, poseen mayores probabilidades de lograr un alto nivel de aprendizaje de los alumnos. Se intentó, en lo posible, identificar dimensiones y factores relevantes señalando las propiedades que contribuyen a su efectividad y destacando siempre su conexión con otros elementos de la efectividad de la escuela y del contexto en que son puestos en juego. El análisis transita acá por un delgado filo: por un lado, debe evitar la sobre simplificación que implica elaborar un listado de factores claves ; pero, por otro, trascender la casuística que concibe a cada profesor, alumno y escuela de un modo tan singular que impide acumular conocimientos útiles para mejorar la educación. 2. Muestra de las escuelas estudiadas Dos criterios generales delimitaron la selección de la muestra: la pobreza o vulnerabilidad de los alumnos y los buenos logros educacionales de la escuela. Pobreza de los alumnos La investigación se centró en escuelas que trabajan con estudiantes de condiciones sociales y económicas adversas. Para delimitar este universo se utilizó la clasificación elaborada por el Ministerio de Educación para entregar los resultados del SIMCE 2000, que agrupó a las escuelas en cinco categorías de acuerdo a características socioeconómicas predominantes de los alumnos, considerando los años de estudio promedio del padre y de la madre, el ingreso familiar y el índice de vulnerabilidad escolar. 1 Las escuelas incluidas en la muestra de este estudio debían pertenecer a los grupos A (bajo) y B (medio bajo) de dicha clasificación. Según la información proporcionada por el SIMCE 2000, el 23% de las escuelas pertenecían al grupo de nivel socioeconómico bajo y en ellas estudiaba el 8% de la matrícula total del país (la fuerte diferencia se explica por la importante presencia de escuelas rurales en este grupo); adicionalmente, al grupo medio-bajo pertenecía el 30% de las escuelas, donde estudiaba el 31% de los alumnos a nivel nacional. 1 La información para la tres primeras variables se recoge mediante cuestionarios aplicados por el SIMCE, que son respondidos por la familia. La última variable corresponde a un índice calculado anualmente (también sobre la base de las características sociales, económicas y la calidad de vida de las familias de la escuela) por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB) para asignar las raciones alimenticias a cada escuela. El índice es un porcentaje de alumnos que se estima viven en condiciones de “vulnerabilidad” social (por lo tanto, varía entre 0 y 100).

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