¿Quién dijo que no se puede? Escuelas efectivas en sectores de pobreza

PRIMERA PARTE 35 CALIDAD, EQUIDAD DE LA EDUCACIÓN Y ESCUELAS EFECTIVAS 6. Aportes de los estudios sobre escuelas efectivas al mejoramiento de las escuelas Desde una perspectiva de política pública, las investigaciones sobre escuelas efectivas se justifican en la medida que sus resultados sean útiles para la toma de decisiones nacionales, regionales, a nivel de escuela o en instancias de formación docente, por nombrar algunos ámbitos. El fundamento de muchos de los estudios es que, teniendo un buen diagnóstico y comprensión de por qué –en un mismo contexto y atendiendo alumnos similares– algunas escuelas tienen éxito y otras fracasan en alcanzar sus objetivos, se podrá intervenir para mejorar la calidad educativa. Murillo (2003, pp. 83-84) recalca los siguientes aportes de esta línea de investigación a las políticas educativas: • Una visión más positiva de la educación en sí misma y en cuanto a sus posibilidades para reducir las desigualdades sociales y transformar la sociedad; • Una mayor valoración de los maestros y reforzamiento de su autoestima profesional al confirmar que su trabajo es importante; los estudios confirman que ellos pueden colaborar activamente en el futuro de los alumnos y aportan información para un mejor desempeño de sus funciones; • Conocimientos útiles para el desarrollo de procesos de mejora de las escuelas; los resultados de las investigaciones facilitan y apoyan procesos de autoevaluación en las escuelas los cuales, a su vez, se espera que estimulen y orienten los cambios necesarios en cada establecimiento; • Las recomendaciones de políticas que se han desprendido de los resultados de los estudios son muy cercanas a los mismos resultados, como puede apreciarse, por ejemplo, del siguiente listado extraído de Corrello y McDonald (2002): • Desarrollar o fortalecer una visión común sobre la escuela y el aprendizaje de los alumnos. • Estimular el trabajo cooperativo entre docentes y distribuir funciones de liderazgo. • Alinear el currículum escrito y puesto en práctica basado en estándares. • Alinear las evaluaciones en el aula con el currículum y monitorear continuamente el progreso de los alumnos. • Analizar los antecedentes sobre el rendimiento de los alumnos identificando las necesidades críticas que ameritan reforzamiento y/o estrategias especiales de apoyo. • Encontrar y fortalecer un liderazgo que apoye estructuras para monitorear la enseñanza y los progresos en el rendimiento de los alumnos. • Entregar oportunidades de desarrollo profesional vinculadas directamente con las necesidades que enfrentan los docentes para implementar con efectividad su enseñanza. A nivel de la sala de clases, Slavin y otros han desarrollado e implementado modalidades de trabajo altamente estructuradas, acompañadas de frecuentes evaluaciones de los alumnos y la adopción de acciones remediales, si fuese necesario (citado en Scheerens, 2000, p. 91). Scheerens (2000) sugiere utilizar el conocimiento acumulado sobre escuelas efectivas como base para conformar procedimientos de monitoreo y evaluación de las escuelas. Los elementos presentados en esta breve revisión bibliográfica guiaron la formulación y el diseño del estudio cuyos resultados entrega este libro. Ellos dejan en evidencia la importancia de operacionalizar con precisión lo que se entiende por escuela eficaz y no eficaz, y de incluir y diferenciar en el análisis al menos las cinco siguientes dimensiones: • Organización y gestión institucional • Interacción escuela-padres • Inserción de la escuela en el entorno y manejo que hace de las oportunidades y restricciones que existen en ese entorno • Gestión pedagógica • Prácticas en aula Estas son las grandes dimensiones que se abordaron en el estudio cuyo diseño analítico y metodológico se presenta en el Capítulo II, y cuyos resultados se dan conocer en los capítulos siguientes.

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