La agenda pendiente en educación: profesores, administradores y recursos: propuestas para la nueva arquitectura de la educación chilena

Debate sobre la educación chilena y propuestas de cambio 14 impuesto por el movimiento estudiantil, sino como una expresión de la amplia insatisfacción con la calidad y la equidad de la educación nacional. Visto en perspectiva, el informe del Consejo Asesor es una cuenta histórica tanto de la reforma impuesta por el gobierno militar a inicios de los años ochenta como de la reforma educacional impulsada por los gobiernos democráticos desde mediados de los noventa. Pronunciada la sociedad civil, el año siguiente sería el turno del gobier- no y los partidos políticos. A inicios de 2007, al anunciar el proyecto de Ley General de Educación, la Presidenta Bachelet habló de construir la “nueva arquitectura de la educación chilena”. Posteriormente, el 21 de Mayo en su Cuenta Pública ante el Congreso Pleno, la Presidenta invitó al país a realizar “un gran esfuerzo nacional para garantizar la calidad educacional”, desafío que definió como “el compromiso central” de su gobierno. En dicho Mensaje ante el Parlamento, la Presidenta profundizó la metáfora arquitectónica señalando que esta transformación tiene tres pilares: un nuevo marco regulatorio (el cual reemplaza a la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza, LOCE), una nueva Superintendencia de Educación y un aumento de recursos públicos. La oposi- ción de derecha criticó fuertemente las iniciativas legislativas que la Presidenta consideraba parte de esta construcción, anunció su rechazo en el Parlamento y elaboró una propuesta alternativa. Con el propósito de hacer viables estas transformaciones y luego de un complejo proceso de negociaciones, el Gobier- no, la Alianza por Chile y la Concertación, firmaron el martes 13 de noviembre un Acuerdo por la Calidad de la Educación, que en lo esencial deroga la LOCE, crea un sistema de aseguramiento de la calidad —que implica una reforma del Ministerio de Educación y del Consejo Superior de Educación, y la creación de la Superintendencia y una Agencia de la Calidad—, reforma la estructura y extensión de los ciclos escolares, e institucionaliza una reforma educacional basada en estándares. Como se puede apreciar, el proceso de diseño y negociación de la nueva arquitectura ha avanzado decididamente sobre aspectos vinculados especial- mente con la regulación e institucionalidad de la alta dirección del sistema escolar, reconociendo lo que hasta hace poco era motivo de controversia: que el diseño institucional del sistema escolar chileno es inadecuado para garantizar niveles crecientes de calidad y equidad educativas, y que la autoridad pública Para un análisis de este proyecto de ley, ver Bellei, C. y J. P. Valenzuela (2007) “¿Qué le falta a la nueva LOCE?”, Mensaje , vol. 56, núm. 559, pp. 35-39; Crotti, E. y D. Contreras (2007) Qué educación, para qué sociedad. El Proyecto de Ley General de Educación , Unicef; y los artículos contenidos en Brunner, J. J. y C. Peña (coords.) (2007). La reforma al sistema escolar: aportes para el debate , Universidad Diego Portales. A las mencionadas (Ley General de Educación y creación de la Superintendencia de Educa- ción), se debe agregar la Ley de Subvención Escolar Preferencial, enviada al Parlamento a fines del gobierno de Ricardo Lagos, que se analiza más adelante en este capítulo.

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