Cambio climático y desastres naturales : acciones claves para enfrentar las catástrofes en Chile

209 Las comunicaciones a la población son fundamentales y el sistema debe verlas siempre como directas y sencillas. Ello uniformará ade- cuadamente el lenguaje comunicacional de los medios. En lo referido a los Medios de Comunicación, principalmente prensa, radio y TV, el SNPC debe ir generando instrumentos co- municacionales que se adecuen a las características de cada medio. La prensa escrita puede recoger más exhaustivamente las carac- terísticas de un fenómeno crítico, las imágenes, la opinión de los protagonistas institucionales, científicos y de los damnificados. Se trata de un medio menos inmediato”, pero que sistematiza, explica y orienta. La TV es “el medio” de comunicación masiva actual, y por tanto las imágenes oportunas serán fundaméntales para ca- racterizar un desastre, ver sus características y urgencias. La Radio es, sin embargo, el medio más potente en los Desastres Naturales, por su instantaneidad, porque se puede escuchar en las casas, los vehículos y los celulares, y porque el registro de voz es insustitui- ble. Además, porque por generaciones ese ha sido el medio de información chilena para los desastres, particularmente en las lo- calidades más apartadas y en las zonas rurales. En otra época, para los terremotos de 1960, el conjunto de las emisoras nacionales transmitió “en cadena” los sucesos y cumplieron un rol esencial en la catástrofe. Algunas emisoras para el terremoto del 27 F de 2010 jugaron un rol único al respecto. El SNPC debe aprovechar las características y virtudes de los me- dios a plenitud. Ello incorpora la crítica, la opinión y el enfoque propio de cada medio. Los voceros del SNPC deben estar prepa- rados para los diferentes medios de comunicación, con el mensaje preciso, con información veraz y completa y sobre todo convocan- do a una actitud colaborativa de la población. El mensaje a las familias damnificadas debe ser aún más preciso, señalando lugares de acogida, el suministro de los servicios básicos, los lugares donde se dispondrá de ayuda y demás instrucciones sencillas para la gen- te. Debe evitarse la sobre exposición y debe imponerse un lenguaje bien equilibrado respecto del desastre que se trate. Las exageracio- nes, el sensacionalismo y el drama, que son propios de catástrofes como las que hemos vivido, se combaten con un SNPC que infor- ma con oportunidad, precisión, verdad y siempre convocando a la acción precisa de las instituciones pertinentes y a la población. Ello contribuirá siempre a la autorregulación y profesionalismo de los medios y a aislar el sensacionalismo. Parece sencillo dar “orientaciones metodológicas” en tiempos tranquilos, pero si el mensaje comunicacional de prevención ha penetrado, será más sencillo actuar razonablemente bien enmedio de una catástrofe, por dura e inédita que sea. Chile tiene una arraigada cultura sísmica que hace a minutos de un evento grave, sabemos por radio de magnitudes, territorios comprometidos y efectos percibidos. La población sabe que la comunicación por WhatsApp es más posible, porque la comuni- cación por celular estará altamente congestionada. Esa cultura de- bemos expandirla a los incendios forestales o urbanos, a marejadas de especial peligrosidad en el litoral y a los complejos fenómenos aluvionales. El cumplimiento eficaz de la no circulación de auto- móviles y el no uso de leña en situaciones de peligrosos índices de contaminación ambiental deben ser asumidos cada vez con mayor rigurosidad. Debemos impulsar el que se vaya construyendo una cultura del riesgo, del autocuidado y del cumplimiento de normas fundamentales de nuestra convivencia social en crisis. Los diferen- tes especialistas coinciden en que es posible convocar efectivamen- te a los medios de comunicación, especialmente respecto de tareas ciudadanas de apoyo. Por otra parte, es creciente la cantidad de familias comprometidas con el medio ambiente, con énfasis en las generaciones jóvenes.

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