Cambio climático y desastres naturales : acciones claves para enfrentar las catástrofes en Chile

205 2040, con el objeto de avanzar en la carbono neutralidad.- Ello ha sido acordado con el Consejo de Política Forestal, entidad pública ,privada y académica que reúne a los actores claves del sector.-Es- te esfuerzo no solo está destinado a ser Carbono Neutral, sino a fortalecer la producción sustentable de las pequeñas empresas fo- restales y madereras, ampliando su adecuado abastecimiento. La meta, en opinión del Instituto Forestal incluye manejar sustenta- blemente un millón de hectáreas de bosque nativo. Ello, captaría 600 mil toneladas de CO2 anuales. Es relevante la afirmación del presidente de CORMA, Juan José Ugarte cuando afirma que el gremio se ha planteado la forestación de los 2 millones de hec- táreas en terrenos con aptitud forestal y en proceso de peligrosa erosión y respetando y conservando todas las áreas donde hay bosque nativo . También hay antecedentes significativos de “conglomerados de empresas” de rubros específicos, que, junto con defender sus in- tereses sectoriales, asumen importantes compromisos con las co- munidades pobladas y territorios donde ejercen influencia y a los que pertenecen. En los aluviones de Atacama de 2015, de una acción empresarial importante para el enfrentamiento del desas- tre y los esfuerzos de la reconstrucción. Empresas mineras y de la construcción colaboraron con equipos humanos y maquina- rias públicas, a la superación de la gravísima destrucción del sis- tema de agua potable y alcantarillado que afectó por semanas a la ciudad de Copiapó. Allí estuvieron, día y noche, cuadrillas de Vialidad con las de empresas constructoras y mineras, trabajando mancomunadamente en el esfuerzo. Y se hizo, en prácticamente un mes, lo que se pensaba iba a implicar tres meses. Un comple- to plantel de equipos humanos y maquinarias permitió trabajar turnos nocturnos en Copiapó, que resultaba claves para agilizar un proceso complejo de reparar un sistema completo de alcanta- rillado colapsado. Es muy rescatable la experiencia de la SociedadNacional deMine- ría, la SONAMI, al hacer un programa que en el propio Atacama y a raíz de la catástrofe anotada, se denominó “la minería apoya a la minería”, donde las grandes empresas hicieron aportaciones valiosas al restablecimiento de las redes viales secundarias funda- mentales para la producción minera de pirquineros y medianos propietarios. Al mismo tiempo, definieron en conjunto con ENA- MI la apertura adecuada de poderes compradores y un conjunto de acciones de asistencia técnica, crediticia y de capacitación para la pequeña y mediana actividad minera. Destacamos estos ejemplos porque es posible llevar a la práctica una acción asociativa público privada, en la mitigación en los lu- gares afectados de un Desastre significativo y también en los sóli- dos programas reconstructivos. Ocurrió con los megaincendios y Santa Olga. Puede ocurrir en muchos más casos. Las empresas aumentaron su reputación favorable en los territorios, se abrieron a inéditas formas de cooperación con Municipios y Gobiernos Regionales y llevaron a la práctica un sentido preciso y eficaz de responsabilidad social. La Ley de Donaciones y otras exenciones tributarias anexas, hacen más factibles acciones y esfuerzos privados, con el objeto de com- prometerse sustancialmente con “sus territorios”. Se acentúa el sentido de la responsabilidad regional y local de las empresas, prin- cipales interesadas en el restablecimiento de la normalidad en las zonas afectadas para un desastre. Este camino debe ser recorrido, y el Sistema Nacional de Protección Civil debe contemplarlo como otro de sus instrumentos fundamentales, mejorando la convocato- ria a privados, solicitando y hasta exigiendo conductas de compro- miso fuerte ante los desastres y haciendo a los privados coparticipes de estas acciones. Muchos investigadores sostienen que estos pro- gramas de cooperación comunitaria y territorial de las empresas

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