Cambio climático y desastres naturales : acciones claves para enfrentar las catástrofes en Chile

194 El “salto necesario” en los sistemas de prevención y gestión de desastres. Regional y hacer proyectos colaborativos en su ámbito de acción, sosteniendo la necesidad de reorientar proyectos de infraestructu- ra, de agua potable y de equipamiento social en las zonas rurales. Ello debiera priorizar formas de desarrollo territorial integradas para las zonas habitualmente pobres en que se lleva a cabo la ac- tividad forestal. El nuevo Servicio Forestal Nacional debiera tener una Estrategia de Desarrollo Forestal del país para el mediano y largo plazo, que sea capaz de identificar desafíos y logros posibles de esta ac- tividad vital para el desarrollo nacional y regional. Con ello, se articulan políticas, programas y proyectos de inversión pública de largo aliento, que implican ir asumiendo la asistencia técnica y el apoyo a los pequeños productores forestales, un programa de recuperación y reforestación con especies adecuadas para cada región de Chile, acciones destinadas a disminuir la vulnerabili- dad de los terrenos de plantación y vocación forestal, el combate a la desertificación, el combate de plagas y otras materias claves del desarrollo forestal nacional. Son tareas muy fundamentales para el desarrollo forestal del país, para lo que el Servicio Fores- tal debiera absorber todas las instituciones públicas vinculadas al sector, evitando la duplicidad y la atomización institucional tan propia de Chile. Esta estrategia de desarrollo del nuevo servicio debiera tener ex- presiones diferenciadas en las distintas regiones del país e ir incor- porando un trabajo sistemático para la definición de carteras de proyectos regionales que, en un esfuerzo conjunto con las empre- sas privadas, debiera generar un tipo de fomento forestal cualita- tivamente superior al actual. La asociatividad publico privada y la acción propia de los Gobiernos Regionales debe establecer en cada región institucional programas y proyectos emblemáticos del fomento, el desarrollo y el resguardo forestal. Especial relevancia tendrá el rol el nuevo Servicio Nacional Fo- restal respecto del agua, como recurso crítico para la actividad, el tratamiento de las quebradas y el uso de los bordes lacustres y ma- rítimos. Así, estas zonas identificadas de riesgo ambiental podrán ser objeto de mitigación en sus efectos y se podrán sostener accio- nes preventivas eficaces. También esto es válido para las plagas y enfermedades forestales. Las capacidades fiscalizadoras del nuevo servicio serán otra mate- ria de especial relevancia, porque muchas irregularidades de uso de suelo forestal, de quemas ilegales y de control a la actividad de explotación forestal, deberán ser priorizadas si el nuevo Servicio adquiere a plenitud acciones fiscalizadoras en las cuestiones fo- restales vitales. Ello, supondrá mayor personal, más capacidades informáticas y una relación estrecha con las policías y la acción del SAG. El servicio debiera ser consultado explícitamente para cada propuesta del proyecto urbano en el marco de la aplicación del artículo 55 de la ley de Urbanismo y Construcciones. En el enfrentamiento de desastres y particularmente de incen- dios forestales, la acción del Servicio requerirá de un reforza- miento substancial en equipamientos y vehículos, en el aumento de las brigadas forestales permanentes y en la acción conjunta eficaz con la ONEMI, con el Ejército (y sus respectivas Brigadas) y también con los Municipios y los Gobiernos Regionales. La relación con Bomberos debe ser cotidiana y debe contemplar acciones conjuntas de difusión y prevención, como modalidades de trabajo asociado para el control de incendios para, en lo po- sible, extinguirlos cerca de su surgimiento. La acción del Servicio Forestal público debe estar muy abierta a la colaboración con las empresas del ámbito forestal privado, en polí- ticas, programas y proyectos, que deben ser abordados en conjunto,

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