Cambio climático y desastres naturales : acciones claves para enfrentar las catástrofes en Chile

165 Como cuestión simultánea, debe plantarse un completo Sistema de Protección Civil y una relación estable, precisa, específica y coordinada con el Sector Privado. En el sector privado productivo y de servicios hay una notable diversidad de actores. Están las em- presas de servicios claves para la población y la actividad produc- tiva; el suministro y distribución de energía; el acceso, distribución y calidad del agua potable; las estratégicas telecomunicaciones; las redes camineras, los puertos y aeropuertos y el conjunto de infraes- tructuras esenciales en el territorio. En muchas de estas actividades vitales se ha producido desde el ámbito público una transferencia permanente a actores privados o bien una delegación concesional de responsabilidades. Esta alianza público-privada es clavel en el enfrentamiento de desastres y supone una estrategia de acción uni- ficada y una comunicación permanente entre los actores. En la respuesta integral público-privada se encuentra la clave del éxito. En otra esfera de actividades privadas, están las empresas y com- pañías de un determinado sector productivo clave que en un te- rritorio “de desastre”, actuarán y operarán en conjunto con la institucionalidad pública, dado que sus propias actividades se en- cuentran en circunstancias críticas. Así ocurrió en las faenas mi- neras en Atacama con ocasión de los aluviones y en las industrias forestales fundamentales en los megaincendios del 2017. Las alian- zas público-privadas que se generaron expresan una coincidencia elemental en la “recuperación productiva” al más breve plazo, la normalización de los respectivos territorios y los proyectos y accio- nes reconstructivas. Se presentan así buenas oportunidades para la acción concentrada y para fundar nuevo y renovados arraigos de las firmas para con los territorios y sus poblaciones. Estas experiencias catastróficas nos plantean una oportunidad para desarrollar acciones de futuro, sobre todo en la prevención, en el enfrentamiento de episodios similares y deberán conducir, como ha ocurrido con la actividad forestal en el centro sur de Chile a una “reconversión productiva”, para sentar las bases de un renovado y sustentable modo de producción forestal. 5. La CORMA y las empresas medianas y pequeñas fores- tales: la urgente acción colaborativa con CONAF, INDAP y la institucionalidad pública. Este último acápite de este capítulo sobre Nuevas Modalidades de Producción Forestal nos lleva a una necesidad esencial para el de- sarrollo forestal de los territorios concernidos, cual es la capacidad de trabajar mancomunadamente entre las grandes y principales empresas del sector, que es lo que hace la CORMA con el apoyo esencial hacia los medianos y pequeños productores en cada terri- torio. Es un desafío de la actividad forestal como conjunto. Para ello, es fundamental y urgente que CORMA asuma una responsa- bilidad solidaria con el conjunto de las empresas de tamaño medio y menor que conforman la “cadena productiva de la madera”. Esta corresponsabilidad de las grandes empresas con las de menor entidad tiene un precedente importante en la minería del norte con ocasión de los Aluviones de Atacama de 2015. Allí las grandes empresas mineras llevaron a cabo un programa denominado “la minería apoya a la minería”, dirigido y monitoreado por la SO- NAMI y donde se comprometieron esfuerzos de variada naturale- za para fortalecer y restaurar la actividad minera del conjunto de esos territorios en plazos breves. Ello llevó a la apertura de poderes compradores en condiciones favorables a pirquineros y pequeños mineros, acciones de capacitación y asistencia técnica e incluso a la recuperación, junto con Vialidad del MOP, de las redes de cami- nos rurales mineros en diferentes zonas, la recuperación producti- va del sector y el sostén del empleo y los ingresos para la población comprometida. Esta acción integral fue efectuada en la catástrofe

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=