Cambio climático y desastres naturales : acciones claves para enfrentar las catástrofes en Chile

158 Las nuevas formas de producción forestal, los desastres y el cambio climático. Normas de distanciamiento entre planteles forestales y los asentamientos humanos. La vida de las personas es el valor superior a cautelar en casode desas- tres de envergadura como los Megaincendios Forestales. Estos, como la historia reciente muestra, pueden expandirse a gran velocidad y con orientaciones geográficas diferentes por los variables regímenes de vientos, y con ello abarcar nuevos esos territorios en su expansión sorpresiva y enmuy breve tiempo. En dichas circunstancias, cada vez más frecuentes, es vital resguardar los asentamientos humanos. La norma clave es y será el distanciamiento entre las plantaciones forestales y los centros poblados. Hablamos de plantaciones para identificar las “unidades de producción forestal” que incorporan fundamentalmente las plantaciones, zonas de explotación, alma- cenamientos, centros de procesamiento e instalaciones generales. Las plantaciones serán el foco de atención preferente en materia de incendios forestales de difícil control, aunque las otras unidades productivas requieren resguardos y sus normativas de asegura- miento requieren de normas específicas. Las plantaciones suelen encontrarse a distancias próximas a la población, ya sea como resultado de la optimización de las super- ficies a ser plantadas como porque los asentamientos humanos, predominantemente irregulares y de trabajadores y familias tem- poreras, tienden que acercarse a sus fuentes de trabajo. Obvia- mente, mientras menor cercanía entre algún pueblo y los bosques productivos, mayor es la peligrosidad, como suele ocurrir en la mayoría de los casos que se constatan. Es urgente superar esta práctica que está a la base del riesgo del incendio forestal y su peligrosa propagación territorial. Debiera haber distancias supe- riores y seguras para la gente, que resguarden la seguridad de la población y de paso aseguren la propia riqueza forestal de los planteles. Estas “separaciones o barreras” suponen no sólo una distancia física, sino también, de acuerdo a la tipología de espe- cies predominantes, deben reforzarse su seguridad propia con la existencia en los espacios de interface que supongan la construc- ción de cortafuegos, su limpieza permanente y actualizada y la existencia cercana de fuentes y/o abastecimiento de agua, de una red caminera bien mantenida que permita desplazamientos eficaces y donde haya resguardos eficientes para la masa vegetal, malezas y residuos del bosque.

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