Primer Encuentro de Creación e Investigación: Cruces disciplinarios, problemas y modelos de liminaridad en artes

que cargar y pedir perdón cada cierto tiempo y autoflagelarnos por ser de la academia. Me parece que este tipo de espacios nos sirven para mirarnos en esa lógica. Me llamaba mucho la atención lo que señalaba Lorena porque creo que es una de las cuestiones que -en lo personal y, por lo menos, en los grupos en los que yo me muevo de relaciones con académicos- es lo que estamos pensando y trabajando todo el rato también, justamente esta división tan articulada que en muchos casos no se hace, sino que se piensa y se discursiviza respecto de lo teórico y lo práctico, por ejemplo. De cómo hay un límite que se tiene que respetar y “no, yo vengo de lo teórico, entonces digo cosas, pero no hago cosas”. Entonces, “no, yo vengo de lo práctico, entonces no me sirve leer y yo en realidad aquí no estoy para que me enseñen a leer y voy a hacer cosas, y voy a poner mi cuerpo...”. Justamente, creo que ese núcleo de división es lo complejo que muchas veces, a mi juicio; no sé si respondo lo que estás preguntando, pero creo que esta es la base de lo que preguntas. Me llama la atención porque lo que se presentó desde el principio hacia el final involucran procesos de investigación, sin duda, de producción de conocimiento, que tienen discursividades mucho más complejas que lo que tradicionalmente uno suele comprender. Y eso también creo que es importante, no caer en la lógica de que el cuerpo en movimiento es una cuestión mucho mejor que la palabra dicha, porque son lugares diferentes, o de trabajo práctico diferente. Escribir un texto también es un practica que involucra otras cuestiones . En ese sentido, creo que lo que se ha demostrado acá, lo que nos dan cuenta espacios como estos, tiene que ver con que efectivamente somos una complejidad de prácticas, y en esa complejidad de prácticas las lógicas discursivas son múltiples y complejas, y no es posible articularlas ni teóricas ni prácticamente siempre, a mi juicio. En eso también yo me cuido de caer en esa especie de histeria posmoderna contra la palabra y contra el texto, porque creo que esa palabra y ese texto también es una manera de articular una práctica. Ponente 2: 109 Yo comparto en parte lo que afirma Camilo. Yo estudié mi pregrado en Francia y después hice un posgrado en Italia. Y en esos países tan propios de la academia nunca escuché el término “academia” con la autorabilidad o autoridad fundante con que lo escucho en Chile, la verdad. Entonces, pareciera ser, por lo menos en mi experiencia personal, que el concepto de academia como un concepto naturalizado, cristalizado, no lo escuchaba en Europa. Entonces, creo que este concepto naturalizado de la “academia” no habla de una realidad colonizad a. No habla de un “centro sin relato, y un relato sin centro” para seguir el modelo de Gabriel Castillo. Entonces, pareciera ser que el único relato es el de esta academia, pero es una cuestión claramente política. Hablando con los colegas mapuches de la comunidad Lago Budi, justamente lo que dice Camilo, para ellos el lugar de la palabra es un lugar degran importancia, no solamente intelectual -también intelectual- sinomítica. Es decir, no es que uno va a la comunidad en el rito y ahí lo que encuentra es el cuerpo expresándose sino que todo lo contrario, ellos reivindican este modo de hablar mapuche que es circular, elíptico, y se saben la historia de los mapuches, la historia de los cahuines, de los grandes concentraciones, parlamentos que hacían en el año 1920 donde habían tres mil, quinientos, cinco mil oradores y partían con tres días en que los viejos contaban los sueños, los narraban, no los vivían. Entonces, hay una forma de narratividad ahí, elíptica, si ustedes quieren, no directa, que también reivindica un modo de una academia que no es la academia eurocéntrica. Es otra academia. Yo creo que lo que hacemos aquí es configurar otras academias . Ahora, para los músicos es particularmente crítico el tema porque, yo pienso todavía, y hay una cuestión semiótica ahí detrás, que lo esencial de la música es lo prediscursivo, o sea, lo aspectos indiciales de la música. La música dice por su indicialidad, quizás más que otras disciplinas, no lo he visto con profundidad. Quizás, en ese sentido, esta arte que es tan abstracta, que pareciera que no tiene un cuerpo, que pareciera vivir en un tiempo, que se politiza como una máquina de engañar el tiempo, en realidad vive en esta prediscursividad y en un ex-cribir el cuerpo de éste, en los términos (no se entiende 2:35:58) 110 . Pero eso no tiene que ver con la academia, tiene que ver con una forma de vivir la música, disciplina que es eurocéntrica, finalmente, para nuestras prácticas. No hay en las prácticas amerindias el concepto de música. 151 Arte, educación y transversalidad - Bloque 5

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