Seminario Internacional : Profesión docente y educación continua en América Latina : aprendizajes y desafíos

98 SEMINARIO INTERNACIONAL PROFESIÓN DOCENTE Y EDUCACIÓN CONTINUA EN AMÉRICA LATINA: APRENDIZAJES Y DESAFÍOS En la última década, la formación del profesorado se ha transformado en una de las prioridades en las políticas educativas en la mayoría de los países de América Latina y el Caribe por ser una variable clave para el mejoramiento educativo. No obstante, persiste como principal tensión el modelo de formación tradicional arraigado en el desarrollo de prácticas academicistas centra- das en enseñar conocimientos teóricos de manera fragmentada y divorciados de la práctica. La situación anterior es explicada por diversos autores quienes sostienen que la formación del profesorado se focaliza en la actualización de conocimientos profesionales, omitiendo siste- máticamente las representaciones implícitas del saber docente (Mellado, Chaucono y Villagra, 2017; Muñoz y Garay, 2015; Gómez y Guerra, 2012). Es necesario que estas creencias, en su ma- yoría pedagógicas, estén en constante cuestionamiento durante los procesos formativos para evitar que actúen como filtro en la construcción de nuevos saberes y conocimientos pedagógi - cos. En otras palabras, transformar los programas de formación en comunidades profesionales de aprendizaje brindaría verdaderas oportunidades de desarrollo profesional que provoquen el cuestionamiento y la toma de conciencia de las representaciones implícitas con el fin de resig - nificar el conocimiento profesional y las prácticas pedagógicas. Por otro lado, los avances investigativos constatan que formar a los y las docentes desde las necesidades que emergen en el accionar pedagógico podría contribuir a mejorar la calidad de los aprendizajes y la pertinencia de la enseñanza en la educación continua de las instituciones formadoras (Vaillant y Díaz, 2018; Imbernón, 2017; Cano, 2016; Zabalza, 2011). Al respecto, Me- llado y Chaucono (2016) argumentan que desarrollar discusiones profesionales entre docen- tes sobre el sentido compartido de responsabilidad en los procesos académicos y resultados educativos permitiría orientar de manera sustancial la mejora de las prácticas. De esta manera, atender a los problemas que afectan el aprendizaje del/la estudiante con el propósito de bus- car soluciones de manera participativa se ha convertido en uno de los desafíos que plantea mejorar en la formación del profesorado. En este sentido, el rol de las instituciones formadoras de docentes es de vital relevancia al momento de innovar en el desarrollo profesional del profesorado. Al respecto, Vaillant y Díaz (2018) sostienen que la innovación en la educación superior requiere de una flexibilidad curri - cular a favor de estrategias y procedimientos evaluativos centrados en el aprendizaje del/la estudiante. Asimismo, Aguiar, Velázquez y Aguiar (2019) y Grewal (2016) afirman que innovar es transformar la cultura académica desde la reflexión dialógica, el aprendizaje colaborativo y la responsabilidad compartida. En otras palabras, para promover prácticas innovadoras en edu- cación se requiere desarrollar experiencias de investigación participativa focalizadas en mejo- rar problemas de prácticas que el/la docente reconoce y que están afectando el aprendizaje de sus estudiantes. PRÁCTICAS INNOVADORAS DE EDUCACIÓN CONTINUA DE DOCENTES María Elena Mellado Profesora de Educación Básica, magíster en Informática Educativa y doctora en Formación de Profesores e Innovaciones Educativas. Directora del programa de Magíster en Gestión Escolar de la Universidad Católica de Temuco, Chile.

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