Seminario Internacional : Profesión docente y educación continua en América Latina : aprendizajes y desafíos

131 SEMINARIO INTERNACIONAL PROFESIÓN DOCENTE Y EDUCACIÓN CONTINUA EN AMÉRICA LATINA: APRENDIZAJES Y DESAFÍOS Completa este complejo panorama el problema de la saturación curricular: la cantidad de prescripciones para el aprendizaje supera con creces la cantidad de tiempo disponible para abordarlas con sentido pedagógico. Para 38 semanas de clase tenemos, en las actuales Bases Curriculares, una cantidad de Objetivos en ocasiones muy superiores a ese número, lo que dificulta su contextualización y abordaje en profundidad. Adicionalmente, en el caso de los pro - gramas de estudio, los indicadores de evaluación superan, en muchos niveles de enseñanza, la cantidad de 100 o 200 e incluso 600 en algunas asignaturas. Al diagnóstico anterior se suma la situación del desarrollo curricular relacionada con los proce- sos de comprensión y formas de uso del currículum oficial en las escuelas. Este fenómeno de - pende de un conjunto amplio de factores que van desde las propias orientaciones de la política pública hasta las reflexiones individuales docentes, pasando por los enfoques de las escuelas y los niveles de trabajo colaborativo que allí se dan. En términos generales, podríamos decir que la tendencia predominante, con escasa evidencia sobre este tema, apunta a un enfoque de implementación, asociado a lógicas de cobertura curricular de contenidos y objetivos. Esto implica que se separa lo pedagógico de lo curricular, quedando esto último como algo dado, que no puede ser reinterpretado, y la docencia reducida a mera ejecución. La presión por cobertura que ejercen los equipos directivos, las supervisiones externas y la evaluación estandarizada, entre otras instancias, fuerza a prácticas de transmisión de conteni- dos o bien a formas de contextualización puramente didáctico-metodológicas que no modifi - can saberes ni reconstruyen significados sino que solo generan reflexión sobre los medios, las estrategias o los métodos, pero no sobre el sentido, la diversidad de fines posibles y los saberes asociados. Se refuerza, así, la lógica de estandarización del aprendizaje en torno a un canon de saberes y habilidades funcionales. Los pocos estudios existentes en Chile vienen ratificando el reconocimiento de esta problemá - tica. El estudio realizado por EDECSA (2018), encargado por el propio Ministerio de Educación, señala que el seguimiento al currículum que se realiza a nivel directivo es de cobertura de contenidos y no de cobertura de aprendizajes. Al mismo tiempo se produce una invisibilización de componentes relevantes como las transversalidades o las actitudes presentes en el currí- culum oficial, así como una fuerte tensión entre las evaluaciones estandarizadas y el uso del currículum. Por su parte, en un reciente sondeo realizado por el Colegio de Profesores (2019), en el que se consultó a más de 6.500 docentes, se ratifican diversos problemas relacionados con el contex - to institucional y de política educativa respecto del uso del currículum oficial. Frente a la pre - gunta por los factores que generan mayor presión o sobrecarga, la cobertura curricular apare- ce como el principal factor, superior incluso a la presión por el SIMCE, que también es muy alta. ¿Qué hacen las escuelas para responder a esta realidad? Las escuelas inventan cosas, a veces un poco a puertas cerradas, a veces un poco más abiertas, y adaptan lineamientos o recrean prescripciones para salir del paso y darle sentido contextual a la política curricular. Esto no ocurre sin presiones ni costos: es un esfuerzo que se despliega en un ambiente de presión y de enmarcamiento normativo. Pero finalmente muchos establecimientos dicen: en realidad, estamos obligados a jerarquizar, a priorizar o a podar el currículum porque en nuestro contexto no se puede implementar tal como viene desde fuera.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=