Mejorar la educación : aprendizajes desde la investigación educativa

Luis Felipe de la Vega Rodríguez 168 Esto implica que lo que viene de fuera de la institución (¡incluso una política educativa!) solo puede aspirar a gatillar estos cambios, pero no a generarlos y mantenerlos por sí solo. Es necesario que los establecimientos y quienes estén involu- crados en ellos potencien o desarrollen conocimientos, habilidades o actitudes que les permitan cumplir de mejor forma con sus res- ponsabilidades individuales y colectivas. Ha pasado en múltiples ocasiones que instituciones o personas brindan asistencia técnica a una institución, pero este apoyo no logra ser apropiado por las personas involucradas del establecimiento en cuestión. Cuando ello pasa, lo que se avanzó tiende a retroceder en el momento en que la instancia asesora termina su trabajo. Las capacidades pueden desarrollarse como producto de aportes tanto internos como exter- nos a la institución educativa, pero solo pueden sostenerse cuando internamente se observa que, de manera cotidiana, se está haciendo algo mejor que antes. Una de las condiciones más relevantes para producir un cambio educativo positivo es el desarrollo de capacidades para la mejora. ¿Qué significa esto? Piense en la ardua tarea de quienes queremos bajar esos «rollitos de más». Hay una frase muy común que muestra lo difícil que es iniciar una dieta: «El lunes voy a empezar». Sin em- bargo, llegó el lunes, el martes y el miércoles, y nuestra alimentación siguió igual. Este ejemplo pedestre grafica que para que tenga lugar el mejoramiento educativo puede ser necesario que antes se avance en una disposición favorable a la mejora. Esto puede ser complicado porque para reconocer que hay que cambiar se debe haber hecho antes una autocrítica. Junto con el desarrollo de las capacidades para la mejora, ¿qué otros aspectos son relevantes de considerar? Si bien hay un conjunto importante de aspectos que se podrían mencionar, es posible indicar que estos se organizan en dos grupos: • Desarrollo y perfeccionamiento de procesos y prácticas, tanto de la organización educativa como de las personas y equipos que trabajan en la institución. Aquí se incluye la organización del trabajo; la vinculación y colaboración; la práctica de la

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