Brian, el nombre de mi país en llamas: cuadernillo de montaje de egreso

82 Parece ser que como generación padecemos cultura, y somos in- capaces, como actores y actrices, de develarla, de generar autocons- ciencia; la obra pone en relevancia la marginalidad de jóvenes como nosotros, la marginalidad de la homosexualidad, de las discoteques “contraculturales”, de la mala educación, de no saber amar… esas pequeñas ymás invisibles características, que hacen a nuestra genera- ciónmarginal, y de las que sólo te salvas si estas un lugar muy acotado de privilegio económico y educacional; y resulta curioso que toda esta marginalidad, todo este padecer sea expuesto con la distancia de “como si le estuviese pasando a otro”, no a mí, no a mi amigo o amiga, no a mi compañero o compañera, si no a otro u otra, muy lejano, que no conozco ni puedo, siquiera, aproximarme a conocer. Justamente esto se puede relacionar muy claramente con lo plan- teado por Sergio Rojas en su texto El arte agotado respecto del para- digma individualista en el que nos encontramos, en el que se debaten las ideas de libertad y comunidad como conceptos que se oponen, irreconciliables, pues la conquista de nuestra libertad ha implicado una renuncia a la capacidad de empatizar al evadir constantemente la unificación, el dogma. Nos hemos vuelto hacia una homogeneización de individualidades, que actúan en disonancia a un colectivo y, sin embargo, como una masa desordenada, incomunicada. El 22 de Julio unas impactantes fotografías daban la vuelta al mundo: en la playa napolitana de Torregaveta, los bañistas toman el sol mientras observan indiferentes los cadáveres de dos niñas gitanas (...). Vemos en las imágenes que los turistas disfrutan un día de playa a sólo unos cuantos metros de esos dos cadáveres; sin embargo, en un sentido no físico, se encuentran a una distancia infinita de estos. ¿Cómo es que para esos turistas estos cuerpos -o la humanidad estos cuerpos- habían desaparecido? Acaso se encontraban a la misma distancia desde la que los contemplaron quienes vieron las fotos en sus hogares o en el periódico de la mañana mientras desayunaban; escala mediática de percepción que nos transforma en espectadores de tiempo completo. (ROJAS, 2012)