Malestar y destinos del malestar: políticas de la desdicha vol. 1

Pedofilia y lazo social / Alejandro Reinoso – 165 Pedofilia y lazo social Alejandro Reinoso El presente texto tiene por objetivo interrogarse acerca de los elementos centrales que articulan el par del binomio: pedofilia y lazo social, en una doble vertiente. Por una parte, la relación del sujeto pedófilo con el Otro y, por otra, el lugar en que el discurso social actual localiza a la pedofilia, toda vez que este significante encarna uno de los signos de malestar de la época referido al Otro abusador. Se abordan, en consecuencia, algunos aspectos relativos a la significación social de los actos pedófi- los, además de otros elementos clásicos de la perversión en su relación al lazo social. Estas reflexiones se inscriben en la articulación entre lo clínico y lo social sobre di- versos trazos. La pederastia clásica y el lugar del niño en el discurso social Esta pregunta implica profundizar en la interrogante sobre qué es un niño o qué es un adolescente para una sociedad determinada, así como sobre qué tipo de relación puede existir entre éstos y los adultos, subrayando el eventual lugar que la sexualidad pueda tener entre ambos. En la cultura griega la pederastia estaba organizada a nivel social como un modo de iniciación al mundo adulto junto a otros rituales efébi- cos; posteriormente, en la sociedad griega clásica ésta pasa a ser considerada como el modelo de relación amorosa y de formación pedagógica por excelencia. Durante la Roma antigua, resultaba explícito y admitido que los patrones tuviesen jóvenes amantes, a condición de que éstos fuesen extranjeros o esclavos (y no romanos), mientras que, en términos generales, los niños se encontraban situados en el lugar elocuentemente indicado por el significante infans : sin derecho a voz 1 . El siglo xix ubica al niño en un sitial de pureza e ideal, mientras que, al mismo tiempo, le niega sus impulsos en favor del desarrollo social. En efecto, la teorías pe- dagógicas decimonónicas incluían un fuerte énfasis en la represión de los aspectos sexuales y agresivos de los niños, revelando una focalizada atención en la masturba- ción, en el juego, en el contacto con el propio cuerpo y con los fluidos corporales, así como en el cumplimiento de las normas sociales. Los ideales de la educación moral del buen ciudadano y del futuro adulto trabajador marcaban la educación y los idea- les que circulaban en torno a la infancia. La regulación normativa se asociaba a la ampliación de la escolarización y al surgimiento de la categoría social del estudiante, 1 Serge André, “La significación de la pedofilia” (Conferencia en Lausanne, Junio 9, 1999). www:// users.skynet.be/polis/index.html

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