Cuadernos de Beauchef: ciencia, tecnología y cultura volumen II

116 Cuadernos de Beauchef implica ser un ser humano. Más aún en lo que respecta a lo que antaño comúnmente llamábamos “virtud” pero que bien hoy podríamos llamar “habilidad”, “competencia”, “capacidad”. También hoy estos asuntos re- surgen como motivo de preocupación, ocupación y debate. Si bien la ética ha sido parte de la reflexión desde los inicios de Occidente, no siempre se la ha considerado una rama importante de la Filosofía. Y ello porque es “sólo una rama” de ese saber. A este propósito, la conocida filósofa valenciana, Adela Cortina, con motivo de un reconocimiento por parte de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de España, ha dicho para esa ocasión que hoy la ética y la filosofía política pasaron “de ser las hermanas pobres de la filosofía” a ser su núcleo (Morales, 2019). Pero no es sólo en el ámbito de la filosofía donde está esta inquietud. También por parte de la sociedad existe la demanda y preocupación en los más diversos ámbitos: cuidado del medio ambiente y ecosistemas, derechos fundamentales, sustentabilidad, responsabilidad en los nego- cios y en las distintas dimensiones del trabajo y las profesiones, exigen- cias de reconocimiento de la singularidad y diversidad de las personas y grupos sociales, y un largo etcétera. Otro tanto en lo que respecta a otras dimensiones de la vida social (tanto en el espacio de lo privado como en lo público), más allá de la dimensión profesional y del mundo del trabajo. Por esto, hoy la ética constituye un ámbito propiciador de la reflexión transdisciplinaria y requiere, por la naturaleza misma de su “objeto” y por los desafíos a los que se enfrenta, de la concurrencia de todos los saberes. Por motivos de extensión, no es posible exponer aquí las di- versas respuestas y reacciones ante la situación planteada. Pero sí ex- pondremos de manera esquemática los que, en nuestra opinión, son los principales tópicos de una formación ética en el ámbito profesional, en particular en lo que respecta a las ingenierías y las ciencias. También mostraremos distintos modelos de formación ética que, de una manera u otra, encarnan de distintas (y parciales) maneras lo que desarrollare- mos en la primera parte del ensayo. Ante todo, debemos partir explicitando un supuesto: tiene sen- tido formar éticamente a las futuras generaciones de profesionales; es

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