La Quinta Normal i sus establecimientos agronómicos y científicos : paseo de estudio

-41- que han llegado a un cierto grado de ilustracion, tienen a orgullo fundar i dotar convenientemente jardines de esta clase. Para que se comprenda la importancia de estos jar~ dines, manifestemos con hechos cuánto interes han toma~ do siempre los mas famosos príncipes i mas grandes na~ ciones en su fundacion i enriquecimiento. II Su importancia demostrada por su historia Desde la mas antigua_civilizacion se han cultivado, como campos de estudio, estos jardines. Los reyes Mitri– dates i Atales Philometor estudiaban, en los suyos, las plantas venenosas i sus antídotos. En ellos hacían esperi~ mentas i descubrían las propiedades del beleño, de la ci~ cuta, del helebró, del matalobos i de otras yerbas ya fa~ !?osas. Plinio, el naturalista, practicaba i estendia sus conocimientos botánicos en eljardin de Antonin Cástor, en Roma, en el siglo I de nuestra era. En Ja edad mo~ derna, en el notable siglo XVIz época en la cual eran tan codiciadas las producciones del Oriente, i cuyo anhelo por poseerlas había ya orijinado el viaje de Colon i el descu~ brimiento del continente que habitamos, en esa épo'Ca, · Alfonso de Este planteó i enriqueció tres de esos jardines con semillas del codiciado Oriente; por el mismo tiempo el duque de Ferrara construía el primer conservatorio del mundo; i por, su pa.rte Bolonia daba en sus jardines el primer ejemplo de la formacion de catálogos destinados a rejistrar i clasificar ordenada.mente las plantas. En Alemania, en Berlín, se organizó uno en 1679 que, por la abundancia de sus elementos, ha llegado a ser el mas rico de Europa, esceptuando el de Kew. En 17 53 la casa reinante de Austria fundó el imperial de Schoen~ brunn, i los emperadores Francisco I i Francisco II, 6

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