Más comunidad más prevención: manual para gestión local de seguridad

Manual: Más Comunidad Más Prevención 28 Capítulo I. Conociendo la seguridad ciudadana en el gobierno local para plantear sus necesidades y buscar soluciones a los problemas que les aquejan, y que sitúan a la seguridad ciudadana como una de las principales preocupaciones en la mayoría de los países de la región. Teniendo en cuenta estas exigencias que emanan desde la propia comunidad, algunos gobiernos locales han comenzado a abordar la seguridad ciudadana con los recursos y limitaciones que disponen, creando unidades de seguridad o modificando las existentes, pero sobre todo, generando estrategias transversales y creativas. En este sentido, la inclusión de la seguridad ciudadana en la estructura municipal representa un cambio signifi- cativo en el enfoque dado a la temática, en tanto se comienza a reconocer el rol del gobierno local en su plani- ficación y tratamiento. De hecho, diversas ciudades, distritos y comunas de la región han incorporado dentro de sus preocupaciones, la creación de un área destinada a abordar materias de seguridad y convivencia, ampliando de este modo la mirada clásica que asociaba la seguridad únicamente con el nivel central y el control dejando de lado elementos tan importantes como la prevención del delito, la reinserción social o la asistencia a las víctimas. Esta preocupación ha traído consigo la necesidad de complejizar la estructura orgánica de algunos municipios, cantones, gobernaciones o intendencias (según sea el caso) para incorporar en el organigrama un estamento es- pecializado que busque soluciones y articule los recursos existentes en pos de brindar respuestas a la ciudadanía en este tema tan sensible. Sin embargo, este ha sido un proceso gradual y disperso que se ha generado solo en algunos lugares, pues no existe una política común en la región (y ni siquiera al interior de un mismo país) que determine la incorporación de direcciones, gerencias, secretarías o departamentos de seguridad ciudadana en estos niveles intermedios o locales de la administración del Estado. Del mismo modo, las diversas experiencias se diferencian en torno a los énfasis dados y las temáticas abordadas, en tanto han ido surgiendo al alero de determinados liderazgos políticos y sociales, y no desde un planeamiento estratégico o un lineamiento general del gobierno central. Considerando lo anteriormente expuesto es posible afirmar que: “los gobiernos locales, por mayor cercanía y conocimiento de la realidad de la ciudad, son la instancia idónea para desarrollar políticas sociales integradoras”. No obstante, para que los gobiernos locales puedan cumplir el rol de garantes de la segu- ridad de su ciudadanía, al menos desde la parte preventiva, según el Programa de las Naciones Unidad para el Desarrollo (2010, págs. 16-17), es indispensable que se den una serie de condiciones básicas: • Disponer de una plantilla de personal capacitado en la materia. • Contar con recursos financieros que permitan ejercer sus funciones en temas de seguridad urbana. • Crear áreas especializadas en el interior de la estructura municipal, que atiendan los temas de segu- ridad y convivencia. • Asumir la coordinación interinstitucional a través de los Consejos Municipales de Prevención de la Violencia. • Impulsar la articulación interinstitucional. • Asegurar la participación activa y organizada de la población, tanto en la formulación como en la ejecución de los programas. • Adoptar una política de transparencia y rendición de cuentas de sus acciones.

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