Tendencias literarias emergentes

6 Desde esta perpectiva, podemos entender las primeras obras de Neruda, que subvierte una parte de lá realidad y con ello el todo, sin que necesariamen­ te esas obras intenten desbordar su propia realidad (amor- introspección - caos),pues en esa dimensión, son parte de la conquista de una liberación par cial, y no por ello menos liberación. En otro plano, la Mistral genera pro­ cesos en su obra que, a través de la arqueización de un lenguaje, explora una dimensión de la realidad americana, que babía sido desechada por la ideó logia imperante. El mismo Parra en la anti-poesía genera choques que, si bien es cierto son parciales-o se les considera como tales-, es en esa parce_ la de la realidad donde está planteando una posibilidad nueva, una fragmenta ción que pone el dedo en la llaga, pequeña, pero herida al fin. Las consideraciones anteriores tocan nombres, pero ellos son parte de una realidad acorde con la situación general de la sociedad. Los movimientos estudiantiles, muchas veces considerados aisladamente, están en concordancia, y muchas veces atrasados, con respecto a las luchas socia­ les, pero tienen mayor ingerencia en las vías de circulación de la informa­ ción de los medios de comunicación y, por ello, son considerados vanguardia y presentados como el prototipo de la misma, cuando en realidad obedecen só­ lo a una parte del movimiento social. Es en estos mismos movimientos socia­ les, y posteriormente intelectuales, donde se producen las formas del pensa­ miento y las obras que representan un estado de la conciencia histórica y, sólo parcialmente, -se constituyen en avances reales desde la perspectiva so­ cial. Prueba de ello es que los modos de circulación de las revistas y obras produ cidas por los artistas provenientes de esos círculos universitarios y la re- ffeción intelectual que se hace de ellas, generalmente se recicla en los mis mos medios, produciendo un distañeiamiento efectivo entre las obras mismas y los medios con los que ideológicamente se esta comprometido. Ello significa que el modo de inserción en la realidad del artista, su obra, se inscribe, precisamente en los estratos dominantes o sus iguales, pero no en los estra­ tos con los cuales se tiene una opción de clase. Paralelamente a ello, los modos de circulación de las obras producidas en la base, obedecen a otros mo dos de circulación y de producción de los mismos. Este distanciamiento es ~ posible salvarlo sólo en la medida de una opción ideológica que efectivamen­ te se produzca en la similitud de objetivos, opciones compartidas y concor­ dancia de inserción social en un proceso global de la sociedad. Por estos caminos es donde se empezaba a perfilar el arte y la cultura en. los primeros años de la decada del !70 y es precisamente en ese lugar donde se desarticu ló por la irrupción del movimiento militar.

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