Planificacion y evaluacion para los aprendizajes en educación infantil desde un enfoque de derechos

81 Por lo expuesto, el planteamiento de los objetivos responde a una concepción de niño y niña. El elemento central es la habilidad, traducido en la conducta o acción que se debe desarrollar, además del contenido y, en algunos casos, en qué condiciones deberían hacerlo y sugerir criterios que se puedan utilizar para valorar lo aprendido. Sin embargo, dicha conducta no debe restringir a que todos los niños y niñas hagan lo mismo. En síntesis, al plantear un objetivo, se debe revisar la formulación tanto en su conducta como en el contenido y responder, como señala Grundy, si el interés del educador(a) por la pedagogía es técnico, práctico o emancipador. En el interés técnico, el docente y estudiante son pasivos. La crítica, la reflexión y la creatividad no se potencian. En el interés práctico, el educando y profesor interactúan con el fin de dar sentido al mundo: “Si los prácticos toman en serio sus obligaciones respecto a la interpretación de los textos curriculares como acción práctica..., también tomarán en serio la categoría de los estudiantes como sujetos del aprendizaje y no como objetos en el acontecimiento curricular” (Grundy 1991: 100). El docente goza de libertad de expresión, igualdad y autonomía. Es crítico y autocritico, libre de exponer sus ideas y formar parte activa en la construcción de su propio conocimiento: “el interés emancipador compromete al estudiante, no solo como «receptor» activo, en vez de pasivo, del saber, sino como creador activo del mismo junto con el profesor” (Grundy 1991: 142).

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