Planificacion y evaluacion para los aprendizajes en educación infantil desde un enfoque de derechos

54 Esto no se puede concretar sin la participación de los miembros que componen la comunidad, una comunicación abierta, transparente, respetuosa y horizontal. De esta forma nos representa la pedagogía crítica de la infancia, donde quienes enseñan tienen que vincular sus estrategias didácticas, contenidos y formas de enseñar a los cambios de la vida cotidiana, a los entornos familiares, locales y nacionales, los avances tecnológicos y en general los cambios sociales y culturales, de lo contrario, no podrán estar dando una respuesta adecuada ni, por tanto, desarrollando una buena enseñanza (Steinberg y Kincheloe 2000), alejada del respeto a los derechos de los niños y niñas. Al respecto Giroux y McLaren (1998) plantean: “El imperativo de este currículum es crear condiciones para el ejercicio del poder y la auto-constitución del estudiante como un sujeto activo política y moralmente. Estamos usando el término ‘ejercicio del poder’ para referirnos al proceso en el que los estudiantes adquieren los medios para apropiarse críticamente del conocimiento existente fuera de su experiencia inmediata, para ampliar la comprensión de sí mismos, del mundo, y las posibilidades de transformar las presuposiciones, vistas como dadas para siempre, acerca de la forma en que vivimos” (1998: 113). Así, la pedagogía se plantea en términos de señalar cómo se pueden superar las desigualdades educativas y sociales, desde donde han emergido diferentes teorías y conceptualizaciones, contemplando tanto la importancia de los sistemas, como de la acción de las personas y colectivos en la construcción de la sociedad y de sus instituciones (Camdepadrós y Pulido 2009). Pero este acto no es inocente ni debiera ser arbitrario, sin embargo, la elección de un determinado enfoque curricular que orienta la práctica pedagógica muchas veces está tensionado y coincide con decisiones de poder que se toman en esferas mayores, más allá de los centros educativos, acordes con determinadas políticas internacionales, del Estado y educacionales. Pero también puede ser motivo de decisión de la institución escolar y de los educadores (es de esperarse sea así): “haciendo uso de sus propios espacios de libertad, incluso en ruptura o conflicto con el enfoque dominante en el país” (Soto 2015: 239). Por tanto, llamamos a replantearse y alejarse de los imaginarios personales y sociales, hacer de las experiencias planificadas y

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=