Planificacion y evaluacion para los aprendizajes en educación infantil desde un enfoque de derechos

24 Diez años después de la Conferencia Mundial de Educación para Todos en Santo Domingo (febrero del año 2000), los países de Latinoamérica, el Caribe y América del Norte evaluaron los avances, renovando dicho compromiso de Educación Para Todos para los próximos quince años, ello en el Marco de Acción Regional. En lo que respecta a la educación en general y que apuntan a los niños y niñas menores de seis años, señala: “Aumento importante en el cuidado de la primera infancia y su educación, en particular en el período de 4 a 6 años. Priorización de la calidad como objetivo de las políticas educativas. Creciente preocupación del tema de la equidad y de la atención a la diversidad en las políticas educativas. Inclusión progresiva de temas de educación para la vida en las modalidades formal y no formal. Apertura a la participación de actores múltiples: organismos no gubernamentales, padres y madres, y sociedad civil. Consensos sobre la educación como prioridad nacional y regional” (UNESCO 2000: 36). Como se puede apreciar, hay acuerdos internacionales respecto al cuidado y educación de los niños y niñas desde los primeros años, y esta educación debe ser de calidad. Así también la importancia de la equidad, de manera que estas oportunidades lleguen a todos los niños y niñas sin discriminación. Es relevante también hacer notar que ello no es solo tema de la educación tradicional, sino también se abre a las otras alternativas de educación llamada comúnmente no formal. Estos derechos tienen especificidades como se señala a continuación: “Una de las especificidades propias de los derechos de los niños, a diferencia de los derechos fundamentales o humanos de otros titulares, es que tales derechos son obligatorios y no incluyen la facultad de renunciar a su ejercicio, como ocurre también en términos generales con el derecho a la educación como derecho humano que tiene igualmente carácter obligatorio, no pudiendo optarse por su no ejercicio” (Nogueira 2017: 416). Siendo la educación infantil un derecho social para todos los niños y niñas, es necesario reconocerlos desde el nacimiento como sujetos de acción y no solamente de reacción: “ello implica

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=