Palabra dicha: estudios sobre género, identidades, mestizaje

APROPÓSJTODELANOVELA "MALDITAYOENTRELASMUJERES", DEMERCEDESVALDIVIESO. "¡Yo no quiero en mi casa hombres que me tniren con mala cara! ¡Afuera!", cuenta BenjamínVicuñaMackenna que gritó la Quintrala, cuando el Cristode laAgonía volvió sus ojos enoj ados hacia ella. Tal vez esta frase pueda explicarel"1nalditis1no" de una mestiza chilena del s igloXVTI, que hoyMercedesValdivieso restituye en una novela que surge como unanueva versióndel mito de la Quintrala. Historia y mito siempre se han entrelazado en la psíquis latinoamericana. En este caso, se trata de un personaje femenino nombrado, en muchos textos historiográficos, para representar -casi caricaturescamente- los atributos negativos del mestizaje. Creemos que la autora ha realizado una peculiar lectura del n1ito de la Quintrala, una suerte de interpelación a lo fe1nenino, que se vale de los 1nateriales del pasado para tocar el presente en un espejeo que roza generaciones. Decir Maldita yo ent,,•e las mujeres es equivalente -en nuestro imaginario s incrético- a decir b1uja, Eva, prostituta. Porque "bendita yo entre las 1nujeres", su opuesto, es la poderosa in,agende la Virgen Madre. Sin en1bargo, en lai novela de Mercedes Valdivieso esta oposición se disuelve, pues es resultado de un mundo en donde la religiosidad es la fundación del orden y su legitimación. Pienso que estamos en presencia de un relato profundamente religioso, que coge, como en un abanico, las múltiples combinaciones de la cosmovisión indígena y de la española, para entregar w1 universo poblado por fuerzas sobrenaturales y por "auxiliaresmágicos" . En ese 11undo chileno, 1nezclado, ritual y violento, la autora s.itúa e l naciJniento de uDa estirpe de mujeres: "En esa espera de la cacica, cabemos las Catalinas, la nieta y la bisnieta de su deseo. En el decir de la gente nos confunden y, mientras mi madre vivió, fuimos una". Un linaje poderoso, simbolicamente, por su origen dual: "Mestiza, decían a espaldas de doña Agueda...DoñaAgueda contestóque eso era sermujerprimero y también, mujerc1uzada por dos destinos, lo que era ser mujer dos veces". Epopeya de la gestación del Reino de Chile: las mujeres, las madres lo hicieron y fundaron solas este territorio de huachos mestizos, de bastardos, de ilegítrnos. Por ello, el imperio de la 1nestiza anida en sus fuerzas genésicas, en la mate111idad: "El malo odia a las preñadas, el parir de lamujer le está diciendo que ella fue primero". No envano la Catalina madre, muy anciana,muere con el delirio de sentirse embarazada, y su fallecimiento es un acto homólogo al alumbramiento. 71

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=