Palabra dicha: estudios sobre género, identidades, mestizaje

geográficrunente en el sur(vercasos de presidente, gerente, seandor-dipitado). Estas dj ferencias, no obstante, tienden a borrarse cuando se trata del cargo de presidente y de piloto comercial atribuidos a los hombres (estaríamos en este caso frente a un estereotipo cultural compartido). Unabrevemiradapor este perfil de personas nos pennitiría decir que las 1nujeres valoran el desempeño fe1nenino y lo identifican con el de los hombres. As iinismo que hay una generación de jovenes (casi siempre entre los 18 y 24 años) que asignan espacios igualitarios fe1neninos y masculinos. También que es en la clase alta y en los sectores urbanos del centro y del norte donde sevalora demodo partitario el desempeño, y que los partidarios de la izquierda se inclinan por equiparar a hombres y mujeres. Porotra parte, más hombres y personas ligadas a la generaciónde adultos mayores son las que valoran el desempeño1nasculino y que asignan, por tanto, espacios genéricos diferenciados; se sitúa también esta segregación en los partidarios de la derecha, en la clase baja, y en los universos rurales y sureños del país. Como corolario se puede decir que en el ámbito de la const1ucción simbólica de los géneros y más precisamente en el de los imaginru·ios sociales, los datos de esta encuesta sugierenquemujeres y hombres compartenespacios públicos vinculados a trabajosrelacionados con el "ser para otros", la socialización, la vida y la muerte, y donde se da más que se recibe (como profesor y médico). También el territorio del poder político regional, local y comunal (otra manera de darse y deberse a los otros) surge como lugar donde se encuentra lo femenino y lo masculino. Sin embargo los imaginarios construyen dos espacios privativos de hombres: el de presidente de la república y el de piloto co111ercial. Así, el manejo de lo nacional, el máximo poder del país es un espacio masculino (tal vez funcione aquí la imagen del Pater, de lo masculino co,no ley y auto1idad). El viaje pern1anente, aquello que sólo es trabajo lucrativo (no sólo por lo "comercial" de ese piloto de avión), aquello que aleja del cotidiano es también un sitio de hombres. Sin duda para poder completar esta construcción de i1nagenes topológicas y lograr un mayor acercamiento a la construcción simbólicade los géneros en Chile, habría que re-indagar en otras profesiones que han estado vinculadas a lo masculino como ingeniero, agrónomo, veterinar·io, etc. y saber si ahí también hay una percepción de igualdad; asimismo sería interesante cotejar esas valoraciones con la cantidad de hombres y mujeres desempeñando esos cargos o ingresando a detenninadas carreras para hcer el diálogo entre discurso y estructura. Estas cifras abren, sin embargo, valiosas pistas para una lectura en el tiempo, y por tanto, para detectar cambios y/o mantención de estereotipos. 109

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