Palabra Pública N°26 2022 - Universidad de Chile

libros Estado chileno implantó en Wallmapu en el siglo XIX, violencia estructural que se prolonga en la dictadura, la depredación empresarial de los bosques y el abuso labo- ral en negocios cacareadamente ecológicos. Como el propio libro lo recuerda, en el verano de 2021 fue asesinado en Panguipulli el artista callejero Francisco Martínez, hecho que desató una serie de pro- testas en esa ciudad. Cerca de allí y poco después mo- ría asesinada la joven Emilia Herrera. Ambos crímenes revelan la trama oculta de violencia en esa región, una trama que raras veces aparece en la prensa chilena o en los folletos turísticos, la de un sur violentado por inte- reses económicos y políticos. El modo en que Corvera da forma a esta denuncia excede lo testimonial. ¿Cómo contar todo esto? El autor echa mano de un astuto ve- hículo ficcional: la aparición de un personaje, Amalia Aillapan, protagonista de casi todos los episodios rela- tados. Estos abarcan dos siglos de historia: entre 1835, cuando Amalia nace para luego convertirse en una de las primeras víctimas del Estado chileno, y 2035, fecha hacia la cual la leyenda de Amalia —una joven cantan- te rebelde que atraviesa distintas temporalidades, siem- pre de la mano de una hija llamada igual que ella— se ha difundido por diversos territorios. La utopía se ha hecho letra, y en ese futuro comienzan a ser reparadas, recién, las injusticias del pasado. En el bello episodio Ülkantufe (Ül es el canto ma- puche y ülkantun es el arte de cantar), situado tempo- ralmente entre 2019 y ese incierto 2035, la narración expone el carácter legendario de Amalia, cuyo canto se escucha en las tomas y alzamientos populares, y trans- mite saberes y luchas antiguas: “Las historias que Amalia relata no buscan ser innovadoras, inteligentes o lúdicas, pues cada una de ellas ha sido contada miles, millones de veces, por ella o por otros semejantes, en distintos tiempos y lugares, en primera o tercera persona”. El autor opone así —de manera inteligente y lúdica— un sistema narrativo ciertamente desgastado (literatura del agotamiento se llamaba, ya en los sesenta, al relato pos- moderno), a una forma oral, genealógica, que sigue ex- LORENA AMARO Directora Instituto de Estética UC. Investigadora FONDECYT e investigadora Plataforma Interdisciplinaria Normalidad, Diferencia y Educación. presando la riqueza de la experiencia en el mundo: “Son las mismas que escucha desde niña, en su casa, calentita y alrededor del fuego y el mate. Las mismas que contaba su madre, su abuela, la abuela de su abuela. Las mismas que ella relata bajo ninguna supervisión, respondiendo a una indescriptible necesidad personal”. Este aspecto metatextual o autorreflexivo no se hace artificial, ya que los distintos episodios narrados son es- critos con sencillez y eficacia. El autor consigue que una suma de voces —a ratos los que hablan son los usur- padores, los explotadores, los violentos; y cuando esto ocurre, tienen cierto sonsonete bolañeano— den cuen- ta de una historia que pudo ser distinta, si se hubiese atendido al parlamento de Coz Coz (1907), gran asam- blea mapuche en que sus participantes dieron cuenta de las violencias sufridas. Es este episodio, de hecho, el que cierra el libro y nos pone nuevamente frente a su bien disimulada sofisticación. Como muchos textos canónicos, el de Corvera muestra sus costuras para re- velarnos su origen en un manuscrito. Se trata del relato del periodista Aurelio Díaz Meza (1879-1933), titulado “El parlamento de Coz Coz”, por donde cruza rápida, fugazmente, la figura de una mujer real llamada Ama- lia: “es un hermoso tipo de morena: facciones finas, cu- tis sonrosado, cara ovalada, ojos negrísimos y grandes y pelo azabache. Se llama Amalia”. Lo que no dice el libro de Corvera es lo que sigue a esta frase en el relato de Díaz Meza: “Respecto a esta familia Aillapañ [la de Amalia y su padre, el cacique Camilo] hay una hermo- sa historia pasional que alguna vez he de escribir”. Ese vago proyecto, que aparece como descolgado del resto de descripciones y hechos narrados por el periodista, quizás fuera el primer aliciente para esta potente ficción de Corvera, que desentraña los imaginarios de la violen- cia, pero también la fuerza de la poesía y la resistencia política y cultural en el Chile de hoy. Esta potente ficción de Corvera desentraña los imaginarios de la violencia, pero también la fuerza de la poesía y la resistencia política y cultural en el Chile de hoy. 53

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