Palabra Pública N°26 2022 - Universidad de Chile

Más allá del antropocentrismo Teoría del polen, de Victoria Ramírez R epensar las distintas dimensiones de la vida es la preocupación cen- tral de Victoria Ramírez (1991), quien ya había publicado Magnolios (Overol, 2019). Ahora, en Teoría del polen , su segundo poemario, pro- pone un acercamiento estético-teórico sobre una suerte de continuum naturaleza-cultura, que puede remitir a ciertas reflexiones sobre la hibridez (Bru- no Latour) y lo posthumano (Rosi Braidotti). Esto significa una relación no binaria y excluyente entre diversas materias vivas tras el descrédito del arrogante antropocentrismo y el humanismo. Ramírez nos remite a un mundo desjerarquizado, donde la condición de sujetx incorporaría, igualitariamente, diversas vidas: animal, humana, vegetal. Esta última es el núcleo de su libro, es decir, una vida vegetal marcada por tres procesos que coinciden con la división del libro: inflorescencia, polinización y fecundación. A esto se suman tres formatos de escritura: la prosa in- formativa, dedicada a citas del mundo científico y descubrimientos extraños que han sido ignorados, como por ejemplo la afirmación de Linneo en 1775 sobre el ciclo del sueño de las plantas. El segun- do formato es el de la estrofa en verso libre dedicada a la observación aguda, milimétrica de la materialidad vegetal y sus procesos de vida y muerte. Finalmente, la escritura en columnas, donde surge la pa- labra crítica sobre la destrucción medioambiental. Ramírez posee una visión microscópica, que se sitúa en terri- torios sinuosos, hendiduras, movimientos imperceptibles para una mirada común. ¿No es esta, a la larga, una de las funciones medula- res de la literatura? Desplazar el ojo hacia tesituras desconocidas e ignoradas por el privilegio de la mirada antropocéntrica. Adentrarse en corporalidades diversas, formas de vida que se rebelan a la violencia humana. Un accionar que no se detiene y que es parte, como bien sabemos, de una criminal política medioam- biental para la cual no importa la llegada del cataclismo. El futuro llegó: la naturaleza ha sido destruida, solo es cuestión de tiempo para que el ciclo de muerte se cierre totalmente; sin embargo, hay pequeñas grietas en este siniestro panorama donde, como señala la poeta, “aún es posible ver/ ruiles del Maule/ cipreses cordilleranos/ lúcumos silvestres/ bellotos del sur” (22). La naturaleza es hoy un vestigio, sus especies son las últimas huellas de una vida a punto de convertirse en un mero pasado. El volumen no elabora un orden originario donde alguna vez hubiese equilibrio entre humano y naturaleza. Su momento es el presente de la actividad extractivista, hacia donde lo ‘humano’ ha expandido su frenesí esclavizador. Cuando la voz lírica señala una y otra vez que “aún es posible”, abre una brecha. Entonces no todo está perdido, todavía hay tiempo para “ver monta- POR PATRICIA ESPINOSA H. Ramírez posee una visión microscópica, que se sitúa en territorios sinuosos, hendiduras, movimientos imperceptibles para una mirada común. 50

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