Palabra Pública N°26 2022 - Universidad de Chile

ha caído drásticamente en los secto- res más expuestos a la radiación solar, explica Santibáñez. La chinchilla, el zorro culpeo y el loro tricahue ya es- tán amenazados, y la prolongación de la sequía podría acelerar su desapari- ción. “Los ecosistemas han dado pre- ocupantes señales de estar fuertemen- te estresados, lo que podría dejar una cicatriz biológica permanente, como la severa disminución en la presencia de las especies vegetales y animales más sensibles, incluidos muchos in- sectos benéficos'', afirma. El humo de los incendios fores- tales será parte de la postal de los veranos futuros, exacerbando lo que ya estamos viendo: que la sequía y las olas de calor han incrementado el número, severidad y extensión de los siniestros en la zona centro sur del país. “Dado que este escenario climá- tico favorable a incendios persistirá en el futuro, se proyectan temporadas de incendios más extensas y eventos de mayor magnitud. De hecho, más del 70% de los megaincendios de los últimos 50 años han ocurrido desde 2010 a la fecha”, sostiene Mauro González, investigador asociado del (CR)2 y director del Centro del Fuego y Resiliencia de Ecosistemas (FireSES) de la U. Austral. En la zona central, aunque muchas de las especies del bosque esclerófilo poseen estrategias para resistir o recuperarse luego de un incendio, bajo las actuales condiciones de sequía esta capacidad de resiliencia se ve muy dismi- nuida. “Más al sur, en los bosques de araucarias, los eventos de 2002 y 2015 dan cuenta del impacto negativo de incendios muy frecuentes y de la alta seve- ridad en la recuperación natural de estos ecosistemas”, cuenta el investigador. El aumento de estos desastres está haciendo que ecosistemas antes dominados por árboles gigantes ahora sean zonas de arbustos. Nueva normalidad Chile será distinto no solo en cuanto a sus paisajes. Hay muchos cambios que deben comenzar hoy para enfrentar lo que la ciencia proyecta para un futuro cercano. “¿Cómo lo vamos a hacer? Con mucha prueba y error”, dice Arumí. El hidrólogo señala que se debe estabilizar el escenario de gestión, pues mientras sigamos en la incertidumbre, será una época de mucha discusión y poca acción. “Estamos en un momento en que esperamos grandes cambios institucio- nales. Esto depende mucho de la gestión que está haciendo este gobierno, que está traspasando la gestión del agua del Ministerio de Obras Públicas a algo más interministerial y bajo el Ministerio del Medio Ambiente. Es una señal muy positiva”, indica Fragkou. La escasez hídrica será parte del futuro, y es un hecho que tendremos que adap- tarnos a una nueva realidad con menos agua, aunque a veces llueva un poco más. No está demás insistir en que aquí no hay nada de ciencia ficción: es cosa de pensar en Petorca o de asomarse a mirar las cada vez más escasas blancas montañas . La postal de las montañas nevadas, que aún podemos ver en invierno, será una imagen cada vez más inusual en el futuro. Foto: Pexels/Rafael Paganotti 47

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