Palabra Pública N°23 2021 - Universidad de Chile

Capturas de la historia Blanco en blanco, de Théo Court L a conquista y la incorporación de territorios a finales del siglo XIX e inicios del XX se hace en nombre del progreso y de un nuevo modelo productivo “civilizatorio”. Pero ya sabemos que muchas veces este relato histórico ob- via lo que este proceso trajo consigo: la violencia y desaparición de otros modos de estar en el mundo, el exterminio de pueblos, la propiedad de las tierras en manos de unos pocos terratenientes. La conquista se ejerce con máquinas, con armas, con fe- rrocarriles. Pero hay dos apa- ratos emergentes del período que participan y también cap- turan la realidad, en este caso, haciendo visible la pérdida. La fotografía y el cine expo- nen la realidad, pero de igual forma hacen de esta presencia una ausencia: al disponerla en el marco de una fotografía o de un filme, se vuelve pasado y a la vez algo significativo. Como señala el pensamiento barthesiano sobre la fotogra- fía, con ella no se puede negar que la cosa estuvo ahí, que ha sido, y que ahora ya no está. La película Blanco en blanco , del director espa- ñol-chileno Théo Court, se contextualiza en esos al- bores del siglo XX en Tierra del Fuego, en momentos en que los conquistadores avanzaban sobre los territo- rios haciendo desaparecer pueblos. Es en este escena- rio que hace su arribo el protagonista del filme, Pedro, un fotógrafo interpretado por el actor Alfredo Castro, que llega a estas zonas con el trabajo de fotografiar el matrimonio de un terrateniente escocés, Mr. Porter. POR LAURA LATTANZI V. Su tarea se tornará, al igual que el pai- saje, ardua e inquietante. El latifundista no se hará presente ni ante la cámara de Pedro ni ante la de Théo Court; la celebración del evento se dilata y se torna imposible de ser representado. Mientras tanto, Pedro fotografía a la futura esposa, una niña con la que el personaje parece obsesionarse. Desde su primer encuentro, el fotógrafo quiere inmortalizar su belleza en una imagen. Busca nuevos ángulos, esce- narios, poses; la viste y desviste hasta que la cuidadora de la niña se inquieta y decide ter- minar con las sesiones. Pedro queda atrapado en ese territorio inhóspito sin trabajo y termina por unirse a mercenarios que asesinan selk’nam por libras esterlinas, procurando así incorporar tierras a las propiedades del latifundista. La nueva tarea del protagonista será entonces fotografiar a los cuerpos asesi- nados, registrar la desaparición de un pueblo. La precisión con la que compone los encuadres de los cadáveres será la misma que ejerce con la niña, uniendo en su trabajo foto- gráfico el cuerpo erotizado de la novia infante con la muerte de una comunidad. Fotografías que testimo- nian una relación perversa, violenta: la conquista de los cuerpos y los territorios. La película destaca por sus planos elegantes y bien construidos, en los que la luz —su presencia y ausen- cia— juegan un rol fundamental. La misma precisión de Pedro parece ser la del director de fotografía del fil- me, que se esmera en retratar, por un lado, espacios "Blanco en blanco es una reflexión en imágenes sobre las formas de producción de visibilidad de una época y sobre una época. Al construirse bajo la figura del dispositivo fotográfico, construye su propia ética de la visión; nos advierte que el acto de fotografiar es algo más que una observación pasiva." 60

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