Palabra Pública N°23 2021 - Universidad de Chile

Tamara, suspendida C onstruir una literatura tal vez sea transi- tar de modos muy diversos los mismos caminos. Haciendo figuras, de cabeza o dando volteretas en el aire, algunas palabras, algunas obsesiones y ritmos se repiten como un mantra, y en eso consiste la exploración. Chicas en tiempos suspendidos (Eterna Cadencia), de Tamara Kamenszain —el último libro que alcanzó a publicar antes de que un cáncer fulminante se la llevara en julio pasado— revela esta experiencia obsesiva. Si antes sus temas fueron la generación litera- ria —sus contemporáneos fueron Lamborghini, Perlongher, Liber- tella, Carrera, Fogwill, Aira—, la familia, las genealogías que tren- zan el judaísmo y el cristianismo y también las tradiciones literarias, en este poemario/ensayo/breve relato de un encargo (excentrici- dad que la editorial cataloga de “novela”), aquí son “las chicas”, autoras del pasado y del presente, las que se encuentran en torno a la práctica poética, el biografismo, los estragos amorosos y la sombra de un sujeto institucional, pode- roso y, en cierto punto, siniestro: el “vate”. La obra de Tamara Kamens- zain quedó interrumpida el 28 de julio de 2021: una escansión del verso de la vida que, como la poesía, se ve inte- rrumpida “a golpe de cortes”, como decía ella en uno de sus últimos ensayos ( Libros chiquitos , Ampersand, 2020) y también, quizás si con un presentimiento, en el verso 21 de Chicas…: “¿Y la enfermedad? / ¿Y la muerte? / De estos asuntos ya hablé en otros libros / y no me queda nada más para decir. / Porque en POR LORENA AMARO este caso no hay duda / de que lo que empezó como poesía / está terminando como una de esas novelas / donde ni el lamento tan- guero / ni el lamento judío /ni el otro lamento con el que suelo tapizar / el diván de mi analista / alcanzan para que el ritmo / el rezo / el verso / la escansión / o como quieran llamar / a ese golpe que corta la prosa / en pedacitos / se interponga entre la realidad y lo que sí o sí /merece quedar suspendido / sin pronóstico / sin metáforas / pero sobre todo / sin miedo. No es solo en estos versos: la muerte es el bloque de lo real (aquello que “es lo que hay y punto”) que marca todo Chicas…, escrito, como Kamenszain mis- ma subraya, “entre marzo y diciembre de 2020”, bajo pandemia. Explica que es una escritura que surge de un encargo, el de escribir un capítulo para la Historia Feminista de la Literatura Argentina ( HFLA , proyecto que ya cuenta con un primer volumen publicado), un texto sobre las poetas del siglo XXI. Ella decide: “Voy a escribir qué pasa con el amor / en lo que escriben esas chicas de hoy / me propuse entusiasmada”. La pala- bra amor, sin embargo, conecta esta poesía con la que escribieron, un siglo antes, las “poetisas” que, como Storni, lidiaron con un tiempo de “los vates” que las tildaron de chillonas, cuando “La palabra femicidio / no la teníamos / la palabra muso / no la teníamos / la palabra vata / no la queremos. / Pero la palabra poeti- sa sí / aunque nos avergonzaba”. ¿Cómo nombrarse? ¿Cómo construir esas autorías de mujeres? No está demás, a estas alturas del siglo XXI y a pesar de que la excepcionalidad es una trampa, re- cordar que ella y Coral Bracho fueron las dos únicas mujeres presentes el famoso Medusario . Muestra de poesía latinoamericana (1996), que reunía obras de filiación barroca (o neobarrosa). En su caso, poemas de los libros Los no (1977), La casa grande (1986), Vida de living (1991) — título que Leticia Frenkel, su nuera, escoge para recordar, bellísimamente, lo que …entre el dolor y la alegría de estar viva escribir poesía para mí es dar y recibir una promesa de supervivencia hay corte de verso pero también hay un verso que se encabalga con otro si van de la mano ¿cuentan algo? no sé pero te aseguro que con toda el alma quieren seguir contando… La novela de la poesía (2012) 52

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