Palabra Pública N°22 2021 - Universidad de Chile

una nueva relación armónica entre la potencia de la técni- ca y la potencia de la naturaleza. Esta búsqueda aparece hoy en la tarea de una asamblea constituyente compuesta por jóvenes, mujeres, intelectuales que no se definen como políticos, sino como “experimentadores sociales”, en una situación muy difícil pero a la vez completamente estim- ulante. No es la política como ejercicio arrogante de vol- untad y manipulación la que puede ayudarnos. Es la sen- sibilidad, es el conocimiento, es la búsqueda pragmática de soluciones lo que permitirá a la mayoría de los chilenos gozar de las potencias técnicas y del placer de encontrarse en el espacio público. Franco Berardi dio varias vueltas por el mundo antes de volver a Italia, donde hoy es profesor de Historia social de los medios en la Academia de Brera, en Milán. En 1976, luego de cofundar la radio clandestina Alice, fue encarcelado y acusado de participar en el grupo terrorista Brigadas Rojas, cargo del que fue absuelto un mes después. Tras ser uno de los líderes de la protesta estudiantil boloñesa de 1977, partió al exilio, a París, donde conoció a Félix Guattari y Michel Foucault. Vivió en Nueva York y en California; publicó li- bros y ensayos en revistas de todo el mundo sobre esquizo- análisis, emociones, cyberpunk, arte y las formas en que la comunicación se convirtió en uno de los ejes del capitalismo posindustrial —fundado en el “cognitariado” y el “infotraba- jo”—; hasta que en los 90 volvió a Bolonia, donde vive hoy. Desde que empezó la pandemia, Bifo lleva una suerte de diario titulado Crónica de la psicodeflación , en la que ha anali- zado en tiempo real las transformaciones del mundo: “En las últimas décadas, la precarización del trabajo ha fragilizado a la sociedad y ha debilitado su resistencia. El covid-19 fue el golpe final: la sociedad fue disgregada por el encierro obliga- torio y el miedo, y hasta el momento no es posible resistir con la acción. Por más paradójico que parezca, es precisamente la pasividad la que vencerá al capitalismo conduciéndolo a la muerte por asfixia”, apuntó en uno de esos textos, en los que plantea que la nueva consigna ultrasubversiva es resignarse: lo revolucionario hoy es esperar que el virus desinfle la bur- buja de la aceleración. Mientras tanto, dice, el capitalismo resiste volviéndose cada vez más feroz e inhumano. —La alianza entre neoliberalismo y fascismo domina el escenario global; la oposición entre nacionalismo y global- ismo capitalista es una ilusión óptica que esconde la verdad de una alianza entre los actores que han destruido la vida de la mayor parte de la población mundial— alerta el filósofo, quien En La segunda venida denuncia también un apagón de la razón; una razón universal que ha humillado a los individ- uos y quienes hoy, a modo de venganza, recurren al discurso de la identidad y la raza. “Así se hizo la noche más oscura”, escribe, pero aclara que sus análisis, por más alarmantes que parezcan, van más allá del pesimismo o el optimismo: —La sombra no pertenece a la mirada, pertenece al objeto de la mirada: este objeto es la sociedad humana después de siglos de capitalismo, colonialismo y violencia. Afirma que si bien los jóvenes están más informados, también están menos preparados para expresar opin- iones críticas. La culpa, dice, sería de la reforma neolib- eral al sistema educativo ocurrida tras la Declaración de Bolonia. ¿Qué piensa de dejar en manos de las nuevas generaciones este futuro que hay que reimaginar? —Las generaciones nacidas al interior del mundo conectado, los nativos de internet educados por el neo- Además de mantener un diario de la pandemia titulado Crónica de la psicodeflación , durante estos meses Bifo se ha dedicado al arte. Varias de sus obras se han convertido en portadas de libros de la editorial argentina Tinta Limón. En la imagen, Out of the Pumpkin (2021). 16

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