Palabra Pública N°19 2020 - Universidad de Chile

RICARDO FFRENCH-DAVIS: “PARA TENER UN CRECIMIENTO SOSTENIDO TIENES QUE ACORTAR LAS DISTANCIAS ENTRE LOS DE ARRIBA Y LOS DE ABAJO” —La crisis social que estalló en octubre parece haber develado la contracara negativa de cosas que considerá- bamos logros económicos. ¿Cómo se relacionan las vir- tudes y los defectos del desarrollo económico chileno de las últimas décadas? Es muy interesante entender cómo fue posible que los primeros siete u ocho años de los últimos 30 hicié- ramos logros tan importantes en reducción de la pobre- za, del desempleo, crecimiento del producto e inversión productiva. Eso, en mi interpretación, fue consolidando esperanzas. Pero fueron apa- reciendo vicios tremendos (fi- nanciamiento de la política, Sename, ataques a las mujeres, colusiones), las reacciones fue- ron muy lentas debiendo haber sido brutales, y se deterioró la política macroeconómica. Chi- le, en 1990 y 91, fue contra la corriente poderosísima del Consenso de Washington al controlar la cuenta de capitales (los flujos especulativos) y el precio del dólar, nuestro nexo con la economía internacional. Pero el 99 el Banco Central retrocede y entrega el manejo de esas dos variables cruciales a los mercados financieros in- ternacionales, y se colgó 100% de una creencia neoliberal pro- fundamente equivocada: si fre- namos la inflación, el resto se ajusta automáticamente. Nuestros empresarios empezaron a irse y parte de ese espacio lo ocupó la empresa extranjera. Tú no puedes hacer desarrollo incluyente y que las empre- sas extranjeras sean muy determinantes. Hubo un adorme- cimiento de nuestra dirigencia. —Ese crecimiento de cuya ralentización eres crítico, ¿importa en cantidad tanto como en calidad? En el mundo se ha ido aprendiendo que no hay cre- cimiento sostenible en el tiempo si no es incluyente. El mercado libre es ineludiblemente generador de desigual- dad, que es mala para la innovación, la diversificación pro- ductiva, las pequeñas y medianas empresas. Para tener un crecimiento sostenido tienes que acortar las distancias entre los de arriba y los de abajo. Eso ha ido tomando fuerza en los analistas más avispados del ámbito de la economía. Para crecer tienes que hacer crecimiento incluyente en el proce- so, no después. ¿Lo ha hecho alguien? Europa occidental, Canadá y el Estados Unidos de Roosevelt. Con educación pública, a la que van ricos y pobres y apostando por la inno- vación no arriba, sino también desde abajo. Tenemos que agregar el manejo de nuestra macroeconomía, nuestro tipo de cambio, nuestra demanda agregada, nuestras tasas de in- terés. No podemos manejar la macro mundial obviamente, pero sí la interna; eso se hizo en los noventa eficazmente. —¿Y podemos diversificarnos con la actual matriz primario-exportadora? No hay que perder lo que tenemos. Son decenas de mi- les de millones de dólares al año que financian nuestras im- portaciones. Necesitamos que eso se desarrolle, agregándole valor, y desarrollar nuevas actividades. La coreana era una economía agrícola el 65 y se convirtió en una economía industrial campeo- na en el mundo. Si somos el principal exportador de cobre en el mundo, ¿por qué no podemos producir más bienes y servicios intermedios para su producción e incluso exportarlos? Algo producimos, pero podríamos mucho más. E imitar a los oceánicos y los escandinavos, que pasaron de exportar troncos de árboles a casas y tableros y tecnología. Para exportar bienes intermedios que hoy importa- mos, podemos cooperar con nuestros vecinos cupreros. Entrar al mundo con otros de la región. —Al financierismo opones el productivismo, paradigma tam- bién cuestionado por la crisis so- cioambiental. ¿Se puede conciliar desarrollo y medio ambiente? Claro que sí. En todo lo que es renovable, regular mejor los volúmenes de manera que no liquide la renovabilidad. El yacimiento de cobre no es re- novable, lo sacas y te va a quedar el hoyo. Ahí, yo digo, que no nos preocupe que quede el hoyo, pues da empleo e ingresos hoy. Lo importante es que, cuando lo saques, no destruyas el agua de los ríos y el aire. Eso significa costos y hay que pagarlos. No se puede pensar sólo en el PIB de hoy día, hay que avanzar en los valores agregados para suplir el agotamiento de lo no renovable. Entre otros, son muy importantes los impuestos verdes. Tienen que conversar medio ambiente y economía, capital y Estado, y para eso hay que estar a favor de todo tipo de acuerdos, pero sin ceder las banderas centrales de lucha. Haber cedido esas banderas el 99 (tipo de cambio y cuenta de capitales libre, “En el mundo se ha ido aprendiendo que no hay crecimiento sostenible en el tiempo si no es incluyente. El mercado libre es ineludiblemente generador de desigualdad, que es mala para la innovación, la diversificación productiva, las pequeñas y medianas empresas”. 12

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