Palabra Pública N°15 2019 - Universidad de Chile

“La lógica interna del desarrollo capitalista requiere que su expansión productiva redunde principalmente en aumentos de la producción y consumo, y no en mayor tiempo libre”. ción, pues obviamente hay variantes del capitalismo donde se trabaja más (Estados Unidos) y otros donde se trabaja menos (Europa), pero eso no pone en cues- tión —como se apunta en el párrafo anterior— que la lógica de la dinámica capitalista que explica sus sucesi- vas revoluciones productivas sea también la que explica su sesgo anti-tiempo libre. Son decisiones políticas, que conscientemente ponen límites a esa lógica capitalista, las que han permitido en el caso europeo lograr que una parte más significativa de esta expansión producti- va redunde en más tiempo libre. Dicho lo anterior, me permito una digresión meto- dológica. El hecho de que esta forma de medir el desa- rrollo económico beneficie la valoración normativa del capitalismo no es razón suficiente para pensar que es su funcionalidad al capitalismo lo que explica su exis- tencia. Pensar de esa manera es, en mi opinión, una forma muy peligrosa de hacer ciencia social (y también de hacer análisis político). Con todo, me parece que es crucial buscar formas más razonables y menos sesgadas de medir el desarrollo económico, más cercanas al desarrollo humano. Acá sólo he puesto el acento en una de las dimensiones ol- vidadas, pero hay muchas otras, como las vinculadas al medioambiente, al trabajo reproductivo o a la salud de los individuos. Y no es que tengamos que partir de cero, ya que hay abundante desarrollo conceptual en la economía y en otras disciplinas. Sin ir más lejos, los avances importantes que hemos hecho en Chile en la medición de la pobreza, pasando de una medida basa- da en ingresos a una multifactorial (con enfoque de ca- pacidades), son un claro signo de que es posible medir distinto el desarrollo económico. NICOLÁS GRAU Doctor en Economía de la Universidad de Pennsylvania, profesor asistente del Departamento de Economía de la Universidad de Chile e investigador adjunto en el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES). Fue presidente de la FECH en 2006. En 2017 fue coordinador programático de la campaña presidencial de Beatriz Sánchez, tarea que realizó en conjunto con Claudia Sanhueza. 21

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