Palabra Pública - N°10 2018 - Universidad de Chile

La nueva cara del Sename Más niñas y niños migrantes en el sistema de protección de la infancia en Chile POR ARAK HERRERA G. FOTOS ALEJANDRA FUENZALIDA Luz (no es su verdadero nombre) llegó al Hogar Misión de María cuando tenía cinco meses. Todavía almorzaba papillas y tenía la parte trasera de su cabeza sin cabello por el exceso de horas que pasaba acostada en la cuna. Cuando Luz llegó al hogar, Cristina López, su cuidadora de trato directo, sintió que su corazón saltaba de emoción por esa pequeña guagua hija de una pareja haitiana, de quienes hoy no se tiene ninguna pista. -No sé qué es lo que me pasa con estos niños- dice López. Cristina López estudió Asistencia de Párvulos a fines de los ochenta. Trabajó más de una década en la Clínica Dávila cui- dando a hijos e hijas de funcionarios, pero no estaba cómoda: dice que existían demasiadas diferencias entre los hijos de los médicos y los hijos del personal de la clínica. Hace diez años está al cuidado de lactantes en el Hogar Misión de María, en Ñuñoa. Este trabajo sí la tiene feliz. En 2016, 1.375 niños y adolescentes extranjeros ingresaron al sistema de protección del Sename, cifra que se triplicó y va en aumento desde 2010, cuando 455 menores de edad llegaron por mandato de los Tribunales de Familia y las Oficinas de Pro- tección de Derechos, OPD, hasta estos centros. Luz nació en el Hospital San Borja Arriarán. De allí la deriva- ron al Hogar San José, donde su madre habría manifestado su intención de darla en adopción. Luego la niña fue trasladada a la Casa Nacional del Sename, hasta finalmente llegar al Hogar Misión de María, que es colaborador de este organismo y que alberga a niños y niñas de 0 a 3 años. Luz venía con una causa de adopción iniciada. No hay fotos de ella junto a su madre o de ellas por separado. Actualmente, la psicóloga del Hogar, Valeria Ávila, junto a funcionarios del establecimiento trabajan en la búsqueda de la mamá de Luz. Saben que, al parecer, tiene dos El aumento de la población extranjera en Chile durante esta última década ha modificado la realidad dentro de las residencias u hogares de niños y niñas. Entre 2010 y 2016, el número de menores de edad inmigrantes en el Servicio Nacional de Menores se triplicó y llegó a los 1.300 casos. Hasta octubre de 2017, más de 1.200 ingresaron al sistema de protección. Según expertos, este nuevo panorama incorpora nuevos desafíos para el Estado, como garantizar los derechos de esta población doblemente vulnerable, permitiendo entre otras cosas que prevalezca su identidad cultural. P.19 Nº10 2018 / P.P.

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