Palabra Pública - N°10 2018 - Universidad de Chile

mologías desde lo indígena. Por eso, aun- que es conocida y presentada como “acti- vista feminista”, Aura Cumes no se define a sí misma de esa manera. -No me defino feminista porque yo lucho desde las epistemologías indígenas, desde un sentido de la vida que tiene que ver con alcances más plurales. Mi posición frente a la vida es luchar contra todas las formas de dominación, pero desde una condición de libertad y de que yo soy sujeta política con capacidad de inventar formas políticas de lucha también. Cuando las mujeres indígenas nos nombramos femi- nistas casi que se piensa que porque somos feministas es que hemos creado conscien- cia de lucha. Como si el feminismo nos hubiese dado a nosotras la única y posible existencia política, y eso no es así, yo no me quiero subordinar en ningún momento bajo la epistemología feminista como úni- ca forma de existencia- asegura. En Chile, la “tercera ola feminista” ha tenido su germen en las universidades, donde las mujeres reclaman el fin a for- mas de exclusión, al acoso dentro de las instituciones y demandan la instalación de una educación no sexista. ¿Qué le pa- rece esta demanda? -Una de las formas en que se ha expan- dido el pensamiento y las luchas feministas tiene que ver con la conciencia de muchas mujeres sobre la necesidad de constituirse como sujetas políticas. Y esto ha llegado a lugares en donde era un tanto difícil la lu- cha, como entre las alumnas en las univer- sidades, incluso en lugares como el cine y otras instituciones que normalmente no se involucran mucho en las reivindicaciones feministas. Es sumamente interesante que el malestar de las mujeres por la violencia en su contra se haga ver en todos los sentidos y en todos lados. Pero lo que también llama la atención es que muchas de estas denuncias donde se ha roto el silencio no pretenden ser radicales, en el sentido de que tienen una demanda concreta, como el movimiento #MeToo, que tiene una denuncia concreta pero no se conecta con las luchas más pro- fundas y de más largo alcance que tendría un feminismo más radical, esto es, su cues- tionamiento al patriarcado como sistema de dominio, y la imaginación y construcción de sociedades distintas; yo creo que el fe- minismo es radical y eso merece mi respeto porque la violencia del dominio patriarcal lo demanda. Por ejemplo, estamos viendo la expansión terrible de la trata de mujeres en todos lados. La trata de mujeres indíge- nas y negras en este momento es terrible. Si estos movimientos que luchan por la P.15 Nº10 2018 / P.P.

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