Palabra Pública - N°10 2018 - Universidad de Chile

sos. Todas queremos uno para no olvidar este día y los que vendrán, para no tener que pintar más pancartas con letras de horror: “Sobrevivir a un aborto es pri- vilegio de clase”. Algunas hablan de Islandia, de que en la marcha hay pocas mujeres de las villas, que no importa, que ellas saben que sus voces son las de todas aquellas que echan mano a lo que tienen para decir lo que ahora se dice y antes se negaba. Cuerpo y discur- so se ven en las calles y en la tele, en los diarios y en los idearios de movimientos y partidos. Hay canas y rostros teñidos de glitter verde. Cuerpos portadores de cifras escritas en negro sobre amarillo: “En Argentina se producen 450.000 abortos por año”. Como dice otro cartel, “Ni muertas ni presas ¡Vivas y libres nos queremos!”. En el espejo de la calle todas caben y na- die puede hacerles daño. “Yo creo que mi madre, que tiene 63 años, alguna vez en su vida, mucho antes de que yo naciera, se hizo un aborto y lo pasó mal. Recién, hace unos días, me di cuenta de eso, cuando leíamos el diario y me queda mirando como queriendo contarme algo; ella no sale a manifestarse, lo hacía en dictadura, pero poco, por el miedo. Ese día me pidió mi pañuelo y me preguntó si podía ir conmigo y mi grupo. Ella se llama como yo, Juana, y creo que está orgullosa de lo que hemos he- cho. Llevamos meses luchando, años otras, décadas las más. Salí a la calle con mi madre y lloramos, y se abra- zó con muchas más. Ella vive sola, nunca tuvo muchas parejas y sé que antes de mí lo pasó mal, pero no habla de eso. Ese día algo entre nosotras creció. Quedamos de encontrarnos aquí, afuera de Patio Olmos; ella no se perderá la votación porque ganaremos”. Juana, de 21 años, estudia Arquitectura en la Universidad Na- cional de Córdoba y ha sido parte de las estudiantes que han apoyado, como voluntaria, la organización de la III Conferencia Regional de Educación Superior para América Latina y el Caribe (CRES), a la que se inscribieron unos doce mil académicos/as y funcio- narios/as de las universidades de la región, incluidos rectores como el de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi. Esa mañana muchos de los asistentes al CRES no querían perderse la calle y este nuevo “grito”. La conexión entre los procesos es evidente, porque las reformas estructurales obligan a cruzar conocimiento, formación social, transformaciones, clases y proyectos de futuro. Obligan a hacerse cargo. Sobre las 10:00 horas, Avenida Vélez Sarsfield, Cór- doba. En las pantallas compartidas se alcanzan a ver y escuchar a los/as congresistas hasta llegar a Silvia Los- pennato (PRO), impulsora del proyecto por el aborto legal, seguro y gratuito. Lo que sucedía en el Congreso “Los fragmentos dan cuenta de una América Latina colonizada por el catolicismo y el neoliberalismo, a sangre y fuego, y refugian sororidad y emancipación, restituyendo la lucha por la urgencia de alcanzar Estados garantes, no sexistas. Estado laico, por fin, y no sólo en papel”. P.12 P.P. / Nº10 2018

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