Palabra Pública - N°9 2018 - Universidad de Chile

sus inesperadas posibilidades un desafío a nuestra cotidianidad y provocando nue- vas necesidades. Previsión inexplicablemente sin acogida en su continuidad hasta los años ‘60, dada la convergencia entre la Corporación de Mejoramiento Urbano, CORMU, y su programa de transformaciones urbanas. Y simultáneamente la Universidad en su proceso de Reforma, que pensó en cuatro sedes para Santiago, siendo una la Sede Norte que, incluyendo además del Cam- pus de la Salud, a cuatro facultades: Arqui- tectura y Urbanismo, Bellas Artes, Música y Artes de la Representación y Filosofía; y el traslado de la Facultad de Derecho a un campus con Economía y Ciencias Sociales, transformando el edificio de Derecho en un Centro de Extensión y asignando un si- tio para el Museo de Arte Contemporáneo en el Parque de la Remodelación San Bor- ja, única oportunidad concreta que tuvo el MAC de contar con un edificio especial- mente apto para sus complejas funciones. La Universidad no se instalará en ese sector hasta la creación de su Centro de Extensión, CEAC, en los años ‘90, años además en los que en la Dirección de Arquitectura se piensa, con mi participa- que habría enfrentado al ya existente Museo Violeta Parra, pero que ahora se transformará en un centro de creación y extensión de vocación latinoamericanista para actividades de arte, conservando sí un espacio un simbólico en memoria de la gran cantautora argentina. Sin duda todo lo anterior señala un po- blamiento cultural teniendo a Plaza Ita- lia como su punto convergente, lo que nuevamente nos lleva a observar la plani- metría de la ciudad ahora en su devenir histórico. La fundación de Santiago se realiza entre los dos brazos del Río Mapo- cho, con la figura de un trapecio, limitado por la actual Av. José M. de la Barra, no ocupándose la cúspide triangular con vér- tice en la apertura de los brazos del río, el que no se configuraría plenamente has- ta la canalización de río y la creación del Parque Forestal. No podemos evitar en- tonces vincular este desarrollo como una atracción magnética de ese vértice, justo en Plaza Italia, influyendo en un nuevo sector urbano que se proyecta desde Pala- cio de Bellas Artes, base de este triángulo, hacia él, otorgando un especial sentido a todo el trazado de la capital convertido ahora en un triángulo mayor. Todo lo anterior nos obliga a dirigir la mi- rada a nuestra historia como Universidad y hacía la circunstancia política de la acti- vidad cultural del país. En el primer caso desde luego citar la necesaria integración de conocimientos; esto es un rol funda- mental de las artes, sin las cuales el senti- do de la Universidad estaría incompleto, propuesto ya por Andrés Bello. Pero muy especialmente la creación para el país de su primera institucionalidad cultural por la Universidad, asumiendo la relevancia del rol de las artes como ampliador de imaginarios bajo la rectoría de Juvenal Hernández, quien contó, de manera muy relevante para el cumplimiento de esta ta- rea, con la colaboración fundamental de Amanda Labarca. Un período en que se fundan nuestros museos, la Orquesta Sin- “Vicuña Mackenna 39 se transformará en un centro de creación y extensión de vocación latinoamericanista para actividades de arte, conservando sí un espacio un simbólico en memoria de la gran cantautora argentina Mercedes Sosa”, dice Francisco Brugnoli. ción, un Campus de las Artes, como parte del Campus Andrés Bello, para la actual Facultad de Artes en su conjunto. Otro sueño que no alcanzó a quedar ni siquiera en borrador. Pero, como el anterior, señala la comprensión de la ubicación estratégica del sector y la importancia que tiene para nuestra Universidad estar presente en el eje urbano más vital de la ciudad capital. Sin embargo, universidades de carácter privado sí han reconocido la relevancia de Plaza Italia en su destino cultural, ins- talando allí escuelas de arquitectura, arte y diseño. Pero además se ha edificado, a inicios de los ‘70, el edificio dedicado a la Conferencia UNCTAD, cuyo destino fi- nal debería ser un centro cultural como lo es hoy día. Y se agregan al sector la Facul- tad de Arquitectura y Urbanismo, el Cen- tro de Extensión de la Universidad Cató- lica, el Museo de Artes Visuales, MAVI, y más recientemente el Museo Violeta Parra. Todo muy próximo ya al Museo Nacional de Bellas Artes y desde 1974 al MAC. Todo esto además generando a su vez un contexto de galerías de arte, libre- rías, disquerías, tiendas de diseño, etc. Por nuestra parte resulta interesante pen- sar que el sentido de la ocupación actual del ex Cine Baquedano por el CEAC, se reitera con el actual destino del edificio de Vicuña Mackenna 20, el que antes conci- tó el proyecto de construir allí un edificio para el Instituto Nacional de Asuntos Pú- blicos, INAP, el que incluiría además una gran auditorio apto para conciertos, un amplia sala para exposiciones del MAC y una librería. Todo felizmente hoy día transformado en un gran proyecto para las actividades del CEAC, con una sala de conciertos que supere las deficiencias acústicas del teatro Baquedano y otras instalaciones dedicadas al Ballet Nacional Chileno, BANCH. Proyecto además que viene a sumarse el acuerdo con la emba- jada de Argentina para el sitio de Vicuña Mackenna 39, destinado originalmente para el Centro Cultural Mercedes Sosa, P.36 P.P. / Nº9 2018

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