Palabra Pública - N°9 2018 - Universidad de Chile

Desde mi experiencia como profesor universitario creo que este material y, por consiguiente, su discusión contemporánea son requisito de primer orden para la formación en las distintas escuelas de ciencias sociales del país. Es importante para las nuevas generaciones de economistas, abogados, cientistas políticos, entre otros, enfrentarse a este relato y desafiar sus intelectos en la búsqueda de mecanismos que cambien una trayectoria que parece venir determinando nuestro desarrollo desde hace mucho tiempo. Condiciones iniciales favorables El autor observa que tempranamente se reconoce la im- portancia de contar con una matriz productiva diversi- ficada (1847). La discusión de la época correctamente identificaba que no era posible ni razonable participar en la producción de todos los bienes. Sin embargo, re- conocía que la diversificación actuaba como mecanismo de protección ante las fluctuaciones de precios de recur- sos naturales y también como estrategia hacia el desarro- llo. Complementariamente, el Ministro de Hacienda, Manuel Rengifo, en los años 1830 llamaba la atención sobre los inconvenientes de la elevada concentración de la propiedad agrícola, los escasos impuestos recaudados y la necesidad de costear beneficios comunes. El lector reconocerá con nitidez la vigencia de esta dis- cusión, que es la misma desde que se retornó a la de- mocracia hasta el presente. Resulta interesante constatar que las diferencias ideológicas de antaño aún perduran y contribuyen a explicar parte de esta frustración. La falta de convicción de algunas medidas y el abandono de otras generó el pronto estancamiento de importantes avances registrados. La discusión aún vigente respecto a la conveniencia o no de la participación del Estado en actividades productivas y de toda regulación ha sido un tema debatido a lo largo de nuestra historia. Producto de un cambio de paradig- ma, que fue influido por la discusión de la élite intelec- tual de la época, se elimina, por ejemplo, la protección a la industria naviera reduciendo a la mínima expresión su relevancia nacional. Otro ejemplo destacado en el texto es la situación del salitre. Pinto escribe: “nuestro país, consciente de los de- rechos arraigados y de lo que podía significar el salitre para una economía de exportación en descenso, va a la guerra, o sea al sacrifico supremo; logra la victoria y de inmediato toma medidas que a corto plazo virtualmente liquidan el dominio nacional de los frutos conquistados”. ¿Una élite despreocupada del desarrollo? Aníbal Pinto no utiliza el concepto de “élite” en su libro. En efecto, a lo largo del texto se refiere a la clase política, a la oligarquía y a la burguesía. Pero bien, este grupo, de acuerdo con Pinto, jugará un rol primordial a lo largo del desarrollo económico y político de Chile, y nos co- nectará con una serie de aspectos y realidades que están aún vigentes en nuestro país. El retrato de este segmento de la población y sus efectos en el desarrollo frustrado del país son clave. FICHA: “CHILE, UN CASO DE DESARROLLO FRUSTRADO” ANÍBAL PINTO EDITORIAL UNIVERSITARIA 2018 “Resulta interesante constatar que las diferencias ideológicas de antaño aún perduran y contribuyen a explicar parte de esta frustración. La falta de convicción de algunas medidas y el abandono de otras generó el pronto estancamiento de importantes avances registrados”. P.27 Nº9 2018 / P.P.

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