Palabra Pública - N°7 2017 - Universidad de Chile

POR JORGE PINTO RODRÍGUEZ, PH. D. Académico del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de la Frontera de Temuco. Premio Nacional de Historia 2012 FOTOS RODRIGO FERNÁNDEZ, WIKIMEDIA / DIRECCIÓN DE COMUNICACIONES DE LA UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA D esde la génesis de la República, las autoridades que asumieron el gobierno mostraron particular atención a la educación. Desde entonces, la percibieron como el engranaje principal de la máquina que nos conduciría al progreso y la felicidad. Por esta razón el Estado se comprome- tió con la educación y los establecimientos que la impartían, con recursos que destinaba para estos. La educación fue un asunto de Estado que se proyectó hasta mediados del siglo XX, conviviendo con establecimientos privados que recurrían a diversas fuentes de financiamiento, apoyadas también por el Estado en su esfuerzo por concederle a la población las mejores condiciones para que se educara. En el marco de esta política se funda la Universidad de Chile en 1842. Desde ese momento, nuestra principal casa de estudios superiores adquirió un compromiso con el país a través de la formación de profesionales, la investigación y su proyección a América Latina. En 1889, durante el gobierno de José Manuel Balmaceda, se funda, bajo su alero, el Instituto Pedagógico, mo- mento a partir del cual la Universidad de Chile se suma a la formación de profesores, compartiendo esta responsabilidad con las Escuelas Normales de Preceptores y Preceptoras, que tanto prestigio dieron a nuestra educación. Desde aquellos años, el Estado asumió su responsabilidad con la educación en dos planos: el primero tenía relación con la for- mación de las nuevas generaciones que acudían a las escuelas primarias, secundarias y universitarias; y el segundo, con la pre- paración de los maestros que tendrían la misión de contribuir a su formación. A estas labores se sumaría más tarde, en 1947, la Universidad Técnica del Estado y su Instituto Pedagógico, fun- UNIVERSIDADES ESTATALES: UNA LABOR DIFERENCIADORA EN FAVOR DEL DESARROLLO DEL PAÍS “Los recursos del Estado hicieron posible que nuestras universidades crecieran inspiradas en los valores de la libertad, la no discriminación y el compromiso de contribuir al desarrollo del país”. P.49 Dossier / Nº7 2017 / P.P.

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