El testimonio : 1972-1982 : (transformaciones en el sistema literario)

29 pero por otro lado da origen a nuevas formas de expresión, de comunicación, y establece un sistema de signos con variantes pro pias y particulares que hacen referencia a las condiciones sui — generis de vida al interior de estos presidios. La circulación de estos textos es difícil. Son producidos en el exterior y sólo en contados casos algunas obras han sido r£ producidas en el interior y circulado clandestinamente. Como o bras de denuncia, y como estructuras de un potencial transforma dor socio-cultural, no han sido operantes al interior de la so­ ciedad, por tanto, y sólo han cumplido su función dirigidas a la conciencia liberal internacional, y operando por esta media ción su acción transformadora de nuestra sociedad. En estos textos encontramos voces narrativas poderosamente indi_ viduales. Aunque en el curso del relato, estas voces individua les tienden a asumir el sujeto social, y ampliarse a un noso - tros que más que referirse a los prisioneros hace mención a to­ da la sociedad dominada, en última instancia por la conformación ideológica del relato. Es frecuente que el narrador-autcr participante de los hechos narrados, aunque también suele en me ñor frecuencia combinarse esta situación con el uso de voces de informantes anónimos. Son obras de un signo hegemónicamente político. Emiten opinión política sobre los hechos, con su sola existencia literaria. En ciertos casos encontramos valoraciones específicas: hacia la DO. hacia Patria y Libertad, las FF.AA., las diferentes gamas dei espectro de la izquierda o los sectores cristianos, sobre polí­ tica de alianzas, sobre la lucha ideológica y la táctica y es­ trategia de las organizaciones. Logran, en este sentido, como corpus, establecer un discurso que registra y analiza en su complejidad y totalidad nuestra sociedad durante esta etapa. En su globalidad, son uno de los textos más ricos y poderosos literariamente que haya producido nuestra cultura no sólo en esta etapa sino en los últimos decenios de producción narrati­ va nacional. Muestran la profunda polarización y disociación de la sociedad chilena, y por tanto del sujeto social surgido de la sociedad "de compromiso". Permiten ver los elementos a távicos dentro de la sociedad, así como los rasgos de humanis mo progresista e integral coexistentes con aquellos. Su per­ cepción del mundo está codificada a partir de la conciencia de clase, tal como esta se constituyó y alcanzó su vigencia en el período anterior.

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