La industria cinematografica chilena : desafios y realidades

bilidades publicitarias son menores. Cada día la censura restringe más a grupos mínimos la posi­ bilidad de ver cine y se hace la comercialización cada vez más difícil de poder financiar. Oigan­ melo bien por favor, que para poder financiar una distribución haya que financiar los circuitos de exhibición, es gravísimo. Pero hay otro problema. Nosotros los que estamos aquí reunidos estamos hablando de lo que nos interesa, que es el cine, pero es el cine en 35 mm. Y hoy día, este producto que se lla­ ma cine tiene cinco canales de venta, por lo que, los que estamos en una situación más precaria, (aunque no me crean y se rían un poco de mí o se sonríanj somos los que rematamos esto, los finales o terminales que somos los exliibidores. Nuestra labor era única y primordial, en el pri­ mero y más antiguo sistema de venta, a través de los locales de cinc que son enormemente cos­ tosos. Un cine es una pequeña empresa compuesta de 10 ó 12 personas, tiene un administrador que podría ser un gerente, tiene un técnico que son los operadores, tiene una cajera que es la boletera y tiene 5 ó 6 personas, ese es el medio de venta que nosotros conocemos, ese es el medio de venta que yo he manejado durante muchos años. Pero hoy día hay 4 canales más de venta por donde ustedes pueden vender su producto si no están conformes con éste. Un canal que ya conocemos es la televisión, tremendamente competitivo para nosotros los distribuidores y los exhibidores que tenemos que vender este producto a través de estos enormes y costosos locales que son los cines. televisión es un vendedor fantástico, llega al consumidor sin costo para éste; ese consu­ midor consume ávidamente este maravilloso producto que es el cine, que ustedes lo pueden seguir produciendo con toda tranquilidad, (si los que estamos preocupados aquí somos los que tenemos cinej porque tienen ese consumidor insaciable que es la televisión, que lo compra muy bien, que lo vende muy bien y el consumidor no tiene costo. (El cree que no tiene costo, pero el costo lo tiene indirectamente a través del producto que está financiando la exhibición de esa película). Después tiene otro tremendo gigante del cual ustedes van a usufructuar que es el video ca­ ssette. El video cassette es imparable; hoy día hay más negocios de video cassette en Chile que cines; hay más de 200 video clubs, yo les hablo como distribuidor; nosotros también queremos ser distribuidores del video cassette, porque es el monstruo que nos puede comer. A lo mejor, en algún tiempo más ni nos van a necesitar; tienen el video cassetie. En algunos años más ven­ drá el video cable, y mañana, ya se está hablando, se van a vender las películas a través de los sa­ télites. El producto de ustedes siempre va a ser vendido. Ustedes dirán, "pero a nosotros nos interesa localmente lo que está sucediendo en este momento, porque lo demás son teorías". Muy probable que sea así. Tengo la esperanza y el optimismo que el cine como tal se siga ven­ diendo en estos grandes locales que son las Salas, porque se legalizará o universalmente o en Chile el problema del video, y también los productores internacionales arreglarán el problema para que los cines sean los lanzadores, la plataforma de una buena película y así los cines po­ drán seguir subsistiendo. Podrán aún contra argumentar que el esfuerzoenorme lo hacen el productoro el director, y por qué diablos el distribuidor se gana el 30, el 35, el 40%. Es curioso, yo no sé si ustedes lo ha­ brán advertido, pero el cine es el único producto que vende mil veces el mismo producto: se fa­ brica una vez y se vende miles de veces. Pero se vende miles de veces a través de su calidad, no a través de la voluntad del distribuidor, ni a través de la voluntad del exhibidor. Aquí hay un so­ lo ente que decide la comercialidad de una película y se llama público. Resulta que a mí, distri­ buidor, uno de ustedes me entrega su película y yo la vendo una vez no más, ola vendólas ve­ ces que sea en Chile, pero si la película es buena se puede vender a través de miles de ciñesen el mundo, a través de miles de canales de televisión en el mundo, y yo no participo en esa ven­ ta. El productor es el que participa y bien que participe, tendrá que participar a través de otros

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