La industria cinematografica chilena : desafios y realidades

quieren de una voluntad política del poder, que hoy día no existe. Pero esto no puede significar quedarse sin hacer nada. Es evidente que a distribuidores y exhibidores conviene la posibilidad de contar con una producción cinematográfica que esté a la vuelta de la esquina sin tener que estar obligados a la única alternativa de depender siempre de compañías extranjeras. Por otra parte, una menera de enfrentar la crisis mundial de disminución de público en las salas es ofrecer la novedad de una producción nacional, que en los casos aislados ha demostrado no ahuyentar al público sino to­ do lo contrario. Entonces, creo que hay muchas cosas en común que interesan a productores, exhibidores y distribuidores nacionales, que tendremos que seguir tratando después de este en­ cuentro en el ánimo de encontrar fórmulas que nos permitan llegar a acuerdos de mutuo bene­ ficio. Todo lo que necesitamos es poder acercarnos a un financista con una buena idea y con una garantía de que la película será exhibida. Se trata de contar con la seguridad del MERCADO que una ve/ conquistado habrá que ir ampliando. Muchas películas se podrían hacer si existie­ ran acuerdos formales entre productores, distribuidores, y exhibidores previendo de antemano uti mercado que seguramente será chico, pero que establece reglas claras respecto al monto del financiamiento y al tipo de producción. Acuerdos de este tipo permitirán la generación de nue­ vas fuentes de financiamiento. la generación de productores que vinculen la idea con el capital y la película con el distribuidor, es decir, una mayor profesionalización en la producción de pe­ lículas, y al final de cuentas, una continuidad de producción. Estas posibilidades se entienden en función de ir generando mayor presión por una ley que apoye este cine, única garantía de que todos los esfuerzos se transformen en algo sólido. Si somos una realidad, junto a distribuidores y exhibidores privados, podemos construir una fuerza de presión importante, para lo cual tenemos argumentos, de muy distinto orden Ej.: La necesidad de la existencia de un cine de este país, desde el punto de vista cultural, e incluso si queremos desde el punto de vista de la seguridad nacional. Y desde el punto de vista de la actual política económica de libre competencia podría­ mos exigir de TVN. que publicite por televisión la exhibición de películas chilenas igual como lo hace con las películas extranjeras que se exhiben en la cadena de cines de Chile Films, ambas empresas del Estado. Finalmente, creo que para sostener y propagar nuestros puntos de vista, necesitamos una Asociación de Productores mucho más fuerte, mucho más grande y amplia y financiada, que junto a los técnicos de APTA y a los distribuidores y exhibidores chilenos privados, pueda cons­ tituir una presión por lo que queremos. Ahora, esta independencia a la cual el Estado nos ha obligado, seguirá siendo una realidad que tenemos que desarrollar. En qué se basa esta independencia. Se basa en otra industria: la in­ dustria del cine publicitario, cuya existencia y desarrollo no hace falta analizar ahora, pero sí constatar su existencia como un valor en la perspectiva de la creación de la industria cinema­ tográfica Hoy día podemos hablar de una cierta independencia de acción de los cineastas frente al estado, producto de la existencia de la industria del cine publicitario. Qué significa que la pro­ ducción anual de alrededor de 400 spots dé trabajo permanente a cerca de 300 técnicos y pro­ fesionales que tienen la posibilidad de desarrollar día a día su oficio. Significa la escuela para muchos jóvenes que se inician, es decir, la generación de nuevos técnicos que necesitamos. Sig­ nifica contar con numerosas casas productoras y una gran infraestructura en mesas de montaje, estudios, parque de luces, cámaras, lentes, laboratorios. Ha significado la creación de las dos aso­ ciaciones gremiales. Asociación de Productores y APTA, y ha significado la primera experiencia industrial vivida por cineastas. Y ha sido también la fuente de financiamiento de muchas pelícu­ las y un apoyo importante para casi todas las películas que se han hecho en el último tiempo.

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