Antología de Andrés Bello

Comisj6n de Presupuestos a1 proponer esta rebaja; pero en su celo por 10s intereses de nuestro Erario, y con el objeto no so10 plausible sin0 necesario para nivelar las inversiones con las rentas, no hail apreciado tal vez otras consideraciones de incontestable justicia y de conocida utilidad publica. Si la Universidad no es necesaria, si la Universidad es una institucidn de pur0 lujo, en ese cas0 est& plena- mente justificado su dictamen”. LCanse estas paginas que hemos re- cogid0 y que siempre tienen vigencia, la solidez de la argumentation, el examen de la estructura e importancia de la Universidad, el an& lisis del atraso y deplorable estado de la instruccion primaria, sobre la que debia velar aquClla, y esta necesidad de crearlo todo: “mCto- des, libros, maestros, establecimientos. i Y cui1 es el objeto que me- rezca una mas seria atencion a la legislatura que la instruccion del pueblo en un Gobierno popular? Yo no conozco ninguno”, responde Bello, a 10s que siempre reducen, en nombre de otras necesidades, 10s medios para la difusion de la cultura. El mismo tono en&gico, valiente, lo ejerce para defender la d i g nidad del hombre. Por esos mismos aiios, a1 discutirse sobre 10s abu- sos de la libertad de imprenta, expresa estas ideas que prueban la continuidad de 10s mismos vicios. “La imprenta es un poder inmenso y por desgracia la tendencia de la unanimidad es de abusar de todo poder; por mas que sea una garantia necesaria la libertad de im- prenta, es incontestable que se abusa enorniemente de ella.. . Repito que habiendo habido sobre esta materia abusos altamente reprensi- bles y que no solo violan 10s derechos de 10s individuos, sino que redundan en descredito del pais, es un deber imprescindible de la legislatura aplicar el remedio que est6 a su alcance, conciliando las garantias de la libertad de imprenta con las otras garantias no me- nos preciosas que la Constitucion concede a 10s individuos”. No hablaremos del gramatico, del filblogo, del jurista, de aquellos aspectos esenciales de su obra, per0 que sin, embargo, hacen de don AndrCs Bello el ser estatuario, el nombre venerado, per0 menos leido, el marmol ensimismado sobre cuya mano se posa quizl alguna palo- ma y a cuyos pies, alguien anonimo, quiz& por quC secret0 motivo, deja unas flores. Hemos espigado para dar muestra de su quehacer cultural, manteniendo algunos textos severos y representativos, per0 nUeStr0 interis ha ido hacia aquello que lo puede revelar como nues- tro contemporaneo ejemplar, amigo en las luchas eternas por la dig. nidad y la libertad del hombre. Si estas plginas le hacen nuevos ami- gOS. esa fama, construida de admiracion y de indiferencia, habra m e r t 0 y el pensamiento de Chile, donde en la oscuridad siempre est5 61 presente, se recreara con la virtud de su logics, con la pasi6n recatada de su corazon, con el amor que sustenta cada una de sus Paginas por el porvenir de nuestra patria comcn, de ese pueblo “lini- CO basta ahora de 10s pueblos modernos cuya fundacion ha sido in- mortalizada por un poema &pico”. ROQUE ESTEBAN SCARPA 9

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