Notas sobre arte y movimiento social [1973-83]

4 discurso. Asimismo, a través del símbolo artístico, era posi_ ble aludir, crítica y veladamente, a la realidad. Sobre este eje de conservación-expresión se construye el "mo vimiento cultural alternativo1'. Es ya un lugar común decir que, en esta primera fase, lo ar­ tístico reemplazó a lo político. Sin embargo, esta expresión puede entenderse sólo en el sentido que la extensión y creci­ miento de la práctica artística halla su explicación en la au sencia de la posibilidad de ejercicio de otras prácticas so - ciales (entre ellas, la política). Nadie puede pretender que la extraordinaria expansión del cul tivo aficionado de manifestaciones artísticas se debe a oscu­ ras maniobras de la oposición en pos de reclutar seguidores para una causa política(l). Más bien, ella es la respuesta espontánea a la situación de marginalidad y coerción expresi­ va. Afirmar que la práctica artística fue un modo de expresión y congregación ante la ausencia de otras posibles, no autori­ za a afirmar que el movimiento cultural-artístico alternativo fue una nueva forma de práctica política. Por otra parte, hay ciertas características propias del men­ saje artístico que hace que su elección como elemento genera dor de congregación e identidad, no sea sólo un problema de (l) Justamente, este es el modo como asumen al movimiento artístico-cultural los sectores oficiales u oficialistas: como maniobras concertadas para la difusión de la "ideolo­ gía marxista, reclutamiento de seguidores y realización de actividades subversivas del orden.

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