Educación para la TV

en el transcurso ¿el tiempo porque se arre la acción dramática ocurre entre ios »¿alos malos-medianos. ieaten. Entonces, o entre escos y los Los malos son, realmente, el elemento contingente, camelante y, en el fondo, representan la vida. Entonces, tenemos dos caras en una, en la ael neroe esta la le­ galidad y ei orden de la sociedad, inri-atable, incambiable, eter no, no traspasado por el acontecimiento. t> en xa otra la ae los seres .rumanos está el m a l , la ilegaliaaa, la desviación so­ cial, está el desorden, pero, en el fonco, tamoien está la vida )1 héroe es como un dios que osserva xa vi nace rué la vida vuelva al sien y al orden a la peiuianencia y a la conti­ nu iüa a . La relación de recepción: un juego. Uno se pone frente a una teleserie, casi como trente a un juego, un juego donde las reglas están plenamente esta olee ioías y uno sa be exactamente qué es lo que va a pasar a través del juego. Es un juego voluntario cero con normas muy rígidas. Uno puede po - nerse en tensión porque algo le va a pasar a ironsic.e, pero siern pre se está seguro ue que no le va a pasar ñaua, . coton­ ía par- ; • ' porque o si no nejaría de ser I ces, es c 0**10 un juego engañoso, porque es un juego tiña final está siempre fija. Encaucen r ísw icas ue c iene ei j Liego ca ra troutci r ent reteñe ion • no juego, iá estás cimero :*e un ornen rué tiene sus regias fijas, en el que, cor lo tanto, puedes jugar la apariencia ae la vina jjp nav atui , sa.jLenno que ese orcen va a seguir asi siempre, ni cí a en gae los ma 1 os ic gaaea a ios sueños se aca^a la ».eleserie y se aeaua to.m ese proceso ce gratificación que uno tiene fren­ te a ella. Se pronuce una tensión, porque nay toda una tensión entre el juego de los mal o s , pero una tensión que es relajación a la vez, jorque es una tensión engañosa. Uno se ¡roe. ¡onde ie, ie io ias i*». s carac ie forno ho está tensio -

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