Educación para la TV

a s í . El análisis demuestra que hoy un porcentaje ra_í nir.io de esa creación accede a la difusión masiva, y que se difunde a través ue circuitos paralelos, lo cual parece altamente irracional. A lo mejor esa se paración es la que preserva dicha identidad, ya que previene frente a una .íomogeneización promovida des­ de los medios de comunicación. ¿hasta qué punto es­ ta dinámica fomenta la creación o la desalienta? Son interrogantes que no estamos en condiciones de respon der . CLASE : Creo que hay una reacción. Hay una cultura dentro de nuestra juventud, expresada en el fenómeno de la cas­ sette, de la aparición de muchos grupos folklóricos. Talvez el exceso de homogeneización provoca respues­ tas. En la década del 60 se escuchaba mucha música rock, centroamericana> y en el ó5 aparece como res­ puesta el neo-folklore. Creo que noy está pasando al go similar, se está dando pié para que exista un nue vo tipo de creación folklórico-popular. El caso de Los Jaivas, que han derivado de una música progresiva rock a esta música con aires mapuches, donde entra Ne ruda y la música andina, es un ejemplo del impulso ha cía la creación de una música, llamémosla, chilena. ANNY : Creo que es cierto que hoy existe un fenómeno musi - cal --emparentado con el neo-folklore-- que surge co mo contestación. Pero ios movimientos musicales no nacen, sólo como contestación a algo. £1 neo-folklore nace con una base de sustentación, que hace posible su desarrolló y crecimiento. Por üná'parte, accede a la difusión masiva; por otra, responde" á'""todo" un proceso de aliento a diversas vertientes m.usicales- folklórica, docta, popular- impulsado en parte el Es tado: desde la década del 40 , las Universielades se hacen cargo de la difusión y aliento a la creación e investigación de la música docta y folklórica. Esto, unido a la generación de fenómenos musicales en la ba se social, va gestando un flujo permanente de manifes taciones que se encuentran en un momento dando origen a fenómenos de síntesis musical como ei que hablamos. Hoy, esa dinámica no existe, las Uni versidacies han deja do de fomentar activamente esos procesos; los medios tienden también a no recogerlos. Sin duda, hay un con texto diferente, que seguramente no favorece la arti­ culación de estas manifestaciones (de contestación fren te a la homogeneización ) en procesos sintéticos de real significación musical nacional.

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