Políticas nacionales de comunicación y cultura

- 24 establecer su propio medio o tener alianzas con medios al­ ternativos simpatizantes con los objetivos del movimiento. Con el control de su propio medio, empiezan la adaptación del medio a sus propios fines: nuevos formatos que expre­ san la forma de discurso nuevo del movimiento; nuevos len­ guajes radiofónicos o visuales en base a los lenguajes y símbolos del movimiento; hasta cambios en la misma tecno­ logía física del medio. A veces el movimiento desarrolla nuevas dimensiones tecnológicas o descubre nuevas tecnolo­ gías no usadas por el sistema hegemónico. En resumen, tanto los espacios creados por las clases popu­ lares en su experiencia de abandono y fracaso como los movi­ mientos para cambiar estructuras son bases para la creación de una nueva cultura. Sin embargo, es más difícil descubrir cómo una política cultural puede apoyar y reforzar estos es­ pacios de cultura de las clases populares. II CONDICIONES Y CONCEPTOS PARA UNA POLITICA CULTURAL DEMOCRATICA Es evidente, por las reflexiones sobre las premisas anterio­ res, que las acciones gubernamentales en si mismas no pueden crear una cultura. La cultura se crea por el pueblo en base a las condiciones y experiencias dentro de una estructura so cial determinada. La democratización de la cultura tampoco

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