Aluviones y resiliencia en Atacama : construyendo saberes sobre riesgos y desastres

Aluviones y resiliencia de Atacama. Construyendo saberes sobre riesgos y desastres 342 Por otra parte, es importante destacar que su lectura nos posiciona en un esce- nario de alta vulnerabilidad que sobrepasa las dimensiones ambientales, climáticas y geográficas, relevando la vulnerabilidad social que trasciende y penetra las esferas de las desigualdades de oportunidades de género, educación, acceso a la información, estabili- dad sicológica y económica, entre otras, y con esto eleva un constructo social que resulta difícil de integrar en las personas que residimos en la zona, ya que, en un problema que se ha hecho evidente históricamente, los distintos gobiernos parecieran hacer oído sordo de las definiciones e implementaciones de una política pública integral, que considere por ejemplo la planificación urbana, las vulnerabilidades y debilidades ante la presenta- ción de desastres naturales tanto en Atacama como en otras zonas del país. También, resulta difícil para quienes vivimos este desastre, mirar o avizorar las oportunidades que permitan reconocernos individual y colectivamente, sobre todo cuan- do es el mismo Estado quien no propicia una adecuada estrategia ante estos eventos,mi- nimizando su actuación hacia coberturas asistencialistas sin una planificación sostenida que incorpore el reconocimiento de saberes y con ello, una cultura de prevención, como bien se argumenta en uno de los capítulos de este libro cuando se señala la necesidad de “Readecuar la conciencia de la comprensión y análisis del territorio como espacio físico pasando a ser un espacio de construcción social” A través de su recorrido, el libro genera una articulación entre lo concerniente a las causas de estos fenómenos y su impacto en el ámbito social. Llama mucho la atención, por ejemplo, reconocer entre sus líneas la ausencia de una memoria histórica y de una recuperación verbal que permita reconocer y no dejar en el olvido el impacto de estas catástrofes. Impacta, además, y no sólo por el desastre de Atacama sino también por otros de- sastres ocurridos en Chile, la invisivilización del rol social de las escuelas por parte de los gobiernos y sus políticas, reduciendo sus aportes a aspectos relacionados con el cobijo estructural de las familias siniestradas, en vez de potenciarlas o proyectarlas como parti- cipes en la normalización y recuperación de la vida de la comunidad. Resulta importante en este punto, el énfasis que se pone en la necesaria reivindicación, por parte de las au- toridades, del sentido comunitario de las escuelas y en la prioridad de estas en cuanto a su rol social, supeditando sus actuaciones a la recuperación sicológica y social de los estudiantes, además de la revisión pertinente a las acciones y estrategias de seguridad que operan en casos de catástrofes. También, las descripciones que se hacen de las condiciones atmosféricas e hidro- meteorologicas, junto a las anomalías, patrones y otros factores involucrados en la gé- nesis de estos fenómenos, permiten conectar el conocimiento popular con el científico, generando una comprensión más amplia de lo ocurrido el 25 de marzo. Las explicaciones a partir de la ciencia, nos permiten entender que estas condiciones podrían repetirse, no pretendiendo con esto un afán alarmista, sino que más bien, planteando la necesidad real y urgente de sostener la esperada política pública que se requiere para mitigar y prevenir el impacto de estos eventos en la población. Tal y como se sostiene es este libro, nuestra comunidad debiera orientarse a resig- nificar y generar aprendizajes que rescaten la tradición oral, permitiendo su transmisión en el tiempo, fortaleciendo el tejido social en la medida que aporten a la mitigación de riesgos ante catástrofes así como en la reconstrucción de la memoria colectiva, consi-

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