Aluviones y resiliencia en Atacama : construyendo saberes sobre riesgos y desastres

Aluviones y resiliencia de Atacama. Construyendo saberes sobre riesgos y desastres 182 cialmente los efectos diferidos de la exposición prenatal o infantil temprana por el mecanismo del imprinting epigenético, se recomienda incluir estos aspectos en la legislación ambiental y en el ordenamiento territorial, al igual que en los planes de acción ante emergencias. 1. Introducción La Región de Atacama, enclave de la minería metálica del país, sufrió los embates de varios aluviones entre los días 24 y 26 de marzo de 2015, lo que generó, entre otras consecuencias, que material sólido fuera arrastrado desde sectores altos de las cuencas hasta los sectores poblados como Chañaral, El Salado, Diego de Almagro, Copiapó, Paipote, Tierra Amarilla y otros, mezclándose con los relaves mineros abandonados y activos que existen en ambas cuencas. La presencia de metales pesados potencialmente tóxicos ha sido una preocupación de las personas y de las autoridades, por sus efectos sobre la salud de la población. En abril de 2015 se colectaron muestras de agua potable, del material arrastrado por los aluviones, y en sectores de suelo no afectado por los aluviones (las que se usaron como control), las que fueron sometidas a análisis químico. Los resultados han sido publicados (Cortés et al., 2015). En dicho estudio, no se detectó presencia de contaminantes tóxicos en concentraciones superiores a la norma chilena de agua potable NCh409/1 (con la excepción del selenio), aunque se encontraron metales pesados en el material arrastrado por los aluviones, en concentraciones superiores a las encontradas en el suelo de control. Considerando la aridez de toda la región, con el paso de los días, el material sólido que fue traslocado por los aluviones y depositado en diferentes lugares, perdió humedad y se secó, originando un material fino no consolidado que se levanta como polvo por la acción del viento, llegando al contacto con la población. El objetivo del presente estudio fue determinar la compo- sición del material sólido depositado en forma de polvo, estableciendo la concentración total de metales pesados, y de metales solubles en el polvo, para establecer si éstas constituyen alguna situación de riesgo para la salud de las personas que vive en las zonas afectadas, considerando que han estado expuestas agudamente a dicho material por la labores de remoción y limpieza. Según Eblen y Eblén (1994), se denomina polvo a las “partículas” finamente divididas, secas, de material sólido, menores a 62,5 µm de diámetro, capaces de permanecer suspendidas en el aire”. El polvo depositado, que corresponde a la fracción de partículas más gruesas, generalmente no puede acceder a los alvéolos debido a su tamaño; por lo que son expulsadas desde los bronquiolos, bronquios, y vías respiratorias superiores, deglutidas, y una vez en el estómago, bajo la acción del ácido clorhídrico gástrico (pH ≈ 2,0), una fracción de ellas puede ser disuelta (fracción bioaccesible), permitiendo su absorción en el tracto digestivo y su ingreso al torrente circulatorio. Igualmente, los contaminantes adsorbidos en el polvo depositado que sean solubles en agua, al ingresar por vía respiratoria, finalmente pasan al tubo digestivo desde donde pasan al torrente circulatorio. Sin embargo, también pueden interactuar con la piel y las mucosas oculares, causando irritación y existiendo una leve absorción, a menos que estos compuestos sean apolares (no solubles en agua) lo que facilita su absorción. De este modo, es importante estimar tanto la concentración de metales totales como la fracción soluble en agua y la bioaccesible, para esclarecer si podrían tener efectos no deseados en la salud de las personas que han estado expuestas, como también contribuir a diseñar y promover políticas de mitigación de dichos efectos, en futuras situaciones de emergencia ante eventos similares.

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