Memoria Institucional del Senado Universitario 2006 - 2018 - Universidad de Chile

Memoria Institucional del Senado Universitario de la Universidad de Chile 2006-2018 146 nal (que aprueba el Senado Universitario) y del Presupuesto de la Universidad (que aprueba el Consejo Universitario y ratifica el Senado Universitario). Dicho mecanismo debe ser discutido y propuesto desde nuestro Senado, atendido su carácter normativo y estratégico en tanto órgano superior universitario, y es una tarea a la cual debe abocarse el nuevo Senado, próximo a asumir funciones desde agosto de 2018 y hasta agosto de 2022”. Por último, hay que recalcar que estas reformas solo apuntan a comenzar a des- montar una concepción mercantilista de la educación superior y regular temas administrativos. Esto es, apuntan a las necesidades largamente postergadas de la ESUP en Chile. Quedan, sin embargo, completamente abiertos y pendientes los temas de los deseos, las esperanzas, del ser mismo, del espíritu de la institu- ción de lo humano por excelencia. Un debate y una reforma que debiera apuntar al corazón mismo del ser universitario y que es tiempo de comenzar a abordar. La universidad del futuro tiene la tarea de organizar una universidad que asuma los desafíos que conlleva el nuevo protagonismo del conocimiento en el desa- rrollo de las sociedades; la automatización de tareas rutinarias y los cambios en el horizonte laboral que están transformando completamente los procesos de socialización e individuación de los jóvenes y que presagian una revolución en los formatos tradicionales de aprendizaje, en la forma actual de la universidad. Disciplinariamente, la universidad del futuro debe hacerse cargo de los desafíos que enfrentan la biología y la salud, los retos de los cambios y redefinición de los límites de la vida, el envejecimiento y la muerte; la transformación y rede- finición de la naturaleza y la reconfiguración del ambiente y el rol nuestro en la tierra y la naturaleza; la exploración de lo artificial y de lo simbólico y las posibilidades y límites de la emulación de la mente humana y de la razón, temas desconocidos para la universidad tradicional; la comprensión de las artes como formación que promueve un nuevo conocimiento que se genera y regenera cons- tantemente para expresar la trama simbólica de la sociedad. En este marco hay una discusión de disciplinas, de métodos, de espacios, del sentido mismo de la universidad y de sus relaciones y rol en la sociedad. Estos son algunos de los retos que nos abre una nueva etapa que, por un lado, debe consolidar (en la correcta dirección) las bases de las reformas que hemos venido exponiendo y que apuntan a las necesidades de la universidad y, por otro, comenzar a soñar con las esperanzas y los deseos de nosotros los humanos, horizonte que debe ser el centro de la futura universidad. Allí el Senado Univer- sitario de la Universidad de Chile, como expresión de la comunidad, tiene una vez más un desafío y un protagonismo fundamental.

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