Coloquio democracia y participación universitaria

Coloquio Democracia y Participación Universitaria [ 8 ] Quisiera aclarar aquí que entiendo que no ha sido ese el ánimo de este colo- quio. Muy por el contrario, la decisión de realizarlo obedeció precisamente a la consideración de que participación y democracia son valores en sí, que no se justifican por la utilidad que puedan tener para otros fines. Si se los relacio- na con otros aspectos, como es el caso del conflicto o la calidad académica, no es buscando establecer en cuanto contribuyen a solucionar el primero y me- jorar lo segundo, sino simplemente para ver de qué manera se compatibilizan mejor con esos objetivos, como también se podría discutir qué orden jerárqui- co tienen unos y otros valores. En esto no hay que engañarse con salidas de compromiso que no definen posturas claras. Por supuesto que todos estarán de acuerdo con que exista la más amplia participación y la mayor excelencia académica, pero el verdadero problema valorativo se plantea cuando hay que decidir si privilegiar una en detrimento de la otra. Es lo que ocurre en las dis- cusiones sobre si hay que salvar la vida de la madre o la del que está por nacer cuando se sabe que no puede sobrevivir una sin sacrificar otra y que si no se decide se perderán ambas: la salida fácil y acomodaticia de que hay que tratar de salvar las dos no resuelve el problema, sino que sólo describe lo obvio. De la misma manera, la aseveración de que es deseable que haya democracia, participación, excelencia académica y solución de conflictos no libera de la difícil tarea de tener conciencia de la jerarquía de dichos valores para el caso de que no sea posible realizar uno sin menoscabar otro. Por cierto que el tema de la jerarquía de los valores se ha prestado y se presta para largas y complejas discusiones, pero es indudable que las sociedades y las personas orientan sus acciones de acuerdo a una jerarquía explícita o implícita de ellos, pues, en caso contrario estarían condenados a la inmovilidad. La propuesta y realización de un coloquio sobre democracia y participación universitaria, corresponde precisamente a que se asume que democracia y participación son valores que debieran implementarse en la vida universita- ria. Tal propuesta no pretende justificarse en término de los beneficios que pueda tener respecto a su utilidad para lograr otros fines valiosos, aunque ob- viamente debe procurarse que ellos no sean perjudicados. El dilema complejo surgirá si se produce la situación en que la implementación de la democracia y participación no pueda dejar de afectar la realización de otros fines valiosos en la vida universitaria, aunque puede ser decisiva la forma e intensidad en que los afecte. En ese momento es cuando hay que tener clara la jerarquía de los valores que permita adoptar posiciones y decisiones. Por otra parte, parece necesario tener presente que democracia y participa- ción no son términos sinónimos ni tienen tampoco una definición unívoca. Más aún, muchos sostienen que democracia y participación son términos que se refieren a procesos indefinibles, puesto que nunca se podría sostener que existe plena democracia o plena participación, sino que siempre estarán ten- sionados por nuevas amenazas y utopías. Como ocurre en general en la sociedad, en el ámbito de la vida universitaria los valores de democracia y participación necesariamente se encuentran de manera muy directa con otros valores relevantes con los cuales tienen que convivir. Siempre el ideal será que esta convivencia sea armónica y permita la implementación de todos ellos. Sin embargo, también hay que admitir la posibilidad de que haya situaciones en que no sea compatible el desarrollo óp- timo de todos esos valores y en ese caso es de esperar que tengamos claridad en la jerarquía que establecemos al respecto, sin escudarnos en frases vanas que eludan la responsabilidad por nuestras opciones.

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